En pocos minutos, uno queda convencido de que este señor afable y curtido posee un sentido innato de la investigación. La historia natural de Galicia forma parte de su propia historia. Sus concienzudos estudios han quedado plasmados en numerosos libros. Acaba de publicar la "Historia da meteoroloxía e da climatoloxía de Galicia", un trabajo de varios autores que coordina, y es autor de otros como "Un ensaio sobre a historia ecolóxica en Galicia" o "A cuestión ambiental en Galicia. Raíces dunha nova cultura".

-¿Hasta qué punto ha sido importante en Galicia la relación de la meteorología con los aspectos culturales y sociales?

-La relación ha sido siempre muy fuerte, sobre todo porque marca los aspectos económicos. Quizá en Galicia la dependencia climática fue más importante porque vivía esencialmente del mar y el campo.

-¿De qué años son los primeros documentos sobre el clima en Galicia?

-Las actividades con un mínimo soporte técnico comienzan en el siglo XVII, pero es a partir del XVIII cuando los datos son más frecuentes. En Galicia una fuente de información meteorológica muy habitual era la que proporcionaban los marinos, que en sus viajes anotaban datos sobre vientos, borrascas, corrientes... Las medidas que realizó el gallego Ramón de la Sagra en 1823 en su viaje a Cuba tuvieron gran importancia.

-Los documentos eclesiásticos son una de las fuentes utilizadas para el libro. ¿Queda mucho por descubrir?

-En las iglesias se pueden encontrar muchos datos que ayudan a crear la historia y es cierto que queda mucho por descubrir. De las noticias de origen eclesiástico nos interesan las rogativas, con las que la población intentaba combatir las adversidades atmosféricas. Esta práctica era muy frecuente en la Edad Media. El padre Merino, párroco de Baredo a principios del XIX, llevaba 30 años tomando nota de borrascas y del tiempo en general y puede ser interesante investigarlo.

-Los datos históricos, ¿confirman o desmienten el cambio climático?

-La perspectiva histórica es esencial para encarar los problemas derivados del cambo climático y los datos nos hablan de un claro incremento de las temperaturas. Tenemos que hacer crítica interna en cuanto a las mediciones, pero el aumento medio anual de un grado o grado y medio es evidente.

-¿Y cómo prevé que evolucione en los próximos años?

-Parece claro que el incremento de temperaturas va a seguir y a finales de siglo puede ser de entre dos y dos grados y medio. Sin embargo, la evolución de las precipitaciones no la tenemos muy clara. Parece que marzo y abril serán más secos, pero la sequía en verano no será tan acentuada.

-Galicia ha sufrido los excesos climáticos desde siempre, lo que puede hacer dudar a algunos del cambio climático.

-Estamos en una zona de encrucijada, lo que hace que la variabilidad climática sea mayor que en otros lugares. Es cierto que eso hace que en Galicia sea más difícil predecir el tiempo. Pero la gente cada vez está más concienciada y tiene que pensar que, aunque ahora estemos en dos años más normales, el problema sigue ahí.