En una nota de prensa, el sindicato apunta que el 73 por ciento de los trabajadores encuestados padece estrés en el ámbito laboral, el 71 por ciento dice "sentirse quemado" por el trabajo y la mayoría sufre consecuencias físicas y psicológicas derivadas de esta situación.

Los síntomas más frecuentes que apuntan los encuestados son sensación de cansancio y fatiga (39 por ciento), sentirse tenso e irritable (31 por ciento), dolores de cabeza (30 por ciento), molestias en el cuello (29 por ciento), sensación de agobio (28 por ciento) y dificultad a la hora de conciliar el sueño (28 por ciento).

Existen ciertas conductas que padecen los trabajadores y que, en opinión del sindicato, pueden ser causa de disminución de la salud, tales como hablar a gritos, criticar la vida privada, ser amenazados, ser ignorados y ser asignados a lugares aislados.

El estudio señala también que los principales motivos que llevan a los trabajadores a sufrir estrés son tener una carga mental alta, carecer de autonomía a la hora de hacer su tarea y no tener definida su actividad en el puesto de trabajo.

A estos les siguen desarrollar un contenido de trabajo pobre o inferior a su capacidad, sentir inseguridad respecto a las condiciones de su trabajo y al futuro, y padecer unas deficientes condiciones ambientales en su puesto de trabajo.

La encuesta refleja además que el 26 por ciento de los trabajadores se encuentra en riesgo de acoso y desempeña su trabajo en un ambiente "hostigador" y asegura que cada vez son más frecuentes las situaciones de violencia verbal en el ámbito laboral.

Además, el 15 por ciento de los encuestados declara haber sido víctima puntual de situaciones de acoso moral y el 2 por ciento asegura ser víctima de acoso severo, ejercido en el 43 por ciento de los casos por parte de sus superiores.

En opinión del sindicato, los riesgos psicosociales se producen, sobre todo, por una mala organización del trabajo y por un deficiente estilo de mando, calificado en el 75 por ciento de los casos de "autoritario".

Para UGT, las empresas no están preparadas para la resolución de conflictos, ya que el 33 por ciento de ellas aplaza su actuación, dejando que un problema persista, y, además, el 12 por ciento de los trabajadores reconoce que en sus empresas no existe ningún canal o medio para resolver un conflicto.

El sindicato indicó que el problema es que las empresas siguen primando los intereses económicos a la satisfacción o el bienestar de los trabajadores.

Este estudio del Observatorio de Riesgos Psicosociales de UGT analiza más de 4.000 puestos de trabajo en diferentes áreas de actividad.