- En un relato, un hombre que lee en la cama no logra dormir. ¿Le pasa a usted?

- Leer en la cama se acabó para mí porque me excita mucho, me dispara las neuronas. Para dormir aconsejo la radio, sobre todo la radio mala.

- El cuento en el que habla de la televisión como medio de incomunicación en una familia, ¿tiene alguna intención crítica, social?

- No, es un ajuste de cuentas conyugal. Hay una gran cantidad de historias que son ajustes de cuentas con amantes, con amigos y conyugales.

- La literatura como venganza...

- Sí. Si algo no te gusta de alguien, es probable que tú tengas una parte de eso que no te gusta del otro. En ese sentido, la literatura también es un ajuste de cuentas contigo mismo, pero sobre todo con otros.

- En otro relato un escritor consagrado recomienda a un autor joven y luego se arrepiente cuando éste se convierte en competidor.

- Barcelona es una selva brutal. Hay unos egos brutales. El mundo literario se ha adolescentizado, muchos escritores viven en la edad del pavo y muchos no se ensucian las manos con la vida cotidiana