La vida es un misterio a vivir y no un problema a resolver", dijo ayer en el Club FARO Xavier Guix, en su charla sobre cómo dar sentido a la vida. Presentado por la psicóloga Ángeles Portela, el escritor invitó a los presentes a observar cómo vivía cada cual su vida y qué sentido tenía para cada uno. "No se trata de dar con grandes respuestas metafísicas, sino en orientarla hacia aquello que tenga significado, que sientas que vale la pena vivir".

Para el conocido psicólogo, que ayer llenó el auditorio do Areal, cada uno debe confiar en sí mismo y en los recursos que genera, abandonar esa actividad controladora de quien quiere hallar respuesta a las grandes preguntas y vivir con serenidad. "La auténtica liberación -afirmó- viene precedida de la aceptación del misterio de la vida. Cuando en vez de vivir desde la aceptación vivimos desde la confianza controladora, se acaba en obsesiones o neurosis".

Guix sugirió a los presentes mirar hacia su propio interior y preguntarse cosas como qué sentido tiene todo lo que estoy haciendo, para qué lo hago, si estoy en paz conmigo mismo, si puedo decir que acepto que estoy viviendo lo que he escogido vivir... En su opinión todos estos interrogantes se resumen en uno solo ¿qué sentido tiene la vida para ti? "Ante la pregunta -respondió- cabe distinguir entre el sentido `de´ la vida y el sentido `en´ tu vida. En el primer caso se trataría de saber si la vida en sí misma tiene algún sentido. En el segundo la pregunta es más concreta: aquello a lo que cada uno le da sentido".

Dijo Guix que resolver si la vida tiene o no sentido escapa habitualmente a nuestra razón y podemos caer en inacabables disquisiciones metafísicas, del mismo modo que si la explicación pretende ser científica podemos acabar absorbidos por un agujero negro o desaparecer como las partículas subatómicas.

"Ante el planteamiento del sentido de la vida -dijo-, he preferido darle un giro a la palabras y prefiero hablar sobre `la vida sentida´. A menudo las discusiones sobre el sentido de la vida suelen ser decepcionantes puesto que existen experiencias a las que cuesta poner palabras, es más, al intentarlo, no solo reducimos lo vivido sino que confundimos porque las palabras son interpretadas por cada uno que las escucha. Entonces ya no estamos en la experiencia real sino en la idea de lo experimentado".

Los tiempos que nos ha tocado vivir, según Guix, se caracterizan por la incertidumbre. No existe claridad de futuro, todo pasa demasiado deprisa y se instala en el cuerpo una extraña sensación de temer ir a la deriva. Cuando la incertidumbre es hasta cierto punto controlable, deviene un estímulo para la creatividad. Pero cuando existe en exceso entonces solo puede estimular la supervivencia, es decir el miedo. Ante el panorama actual muchas personas deciden convertirse en protagonistas de sus vidas, mientras otras son pasto de todo tipo de esoterismos, modas o fundamentalismos. " Por eso es importante encontrarle sentido a la vida, entre otras cosas, para no acabar apresados por las múltiples formas con las que nos podemos confundir. ¿A caso conoces alguna forma en la que se esconda la auténtica felicidad?

¿Y existe algo que dé una respuesta absoluta a la pregunta sobre el sentido de la vida? Para el psicólogo existen dos dimensiones que tienen este carácter: el amor y la creación. Dicho de otro modo, a la postre siempre vamos a parar a aquello que hemos amado y el amor que hemos sentido, así como nuestras realizaciones personales, o sea lo que hemos sabido crear. "Si el amor es un absoluto en las personas -opina-, es decir, que no existe nada aún mayor que eso en sus vidas, es sobre todo porque el amor une y el amor crea. Tal vez por eso y a pesar de sus dificultades, la mayoría de personas sigue juntándose y procreando. Para muchos es el sentido de su vida".