La dieta perfecta para evitar el efecto rebote sin pasar hambre

Se trata de un régimen basado en el equilibrio

Dieta normocalórica

Dieta normocalórica

Cuando alguien busca perder peso quiere conseguirlo, a poder ser, rápido y fácil. Lo cierto es que en pocas ocasiones se logra el objetivo de esa manera, aunque es cierto que existen ciertas dietas que permiten lograr una perdida de peso significativa cuidando tu salud.

Lo fundamental en cualquier proceso para adelgazar es ponerse en manos de profesionales de la salud, que evalúen tu estado general y que te ayuden a dar con el método más recomendado para lograr tus objetivos según tus particularidades.

Intentar dietas muy restrictivas que prometen perder muchos kilos en poco tiempo, aunque no sean perjudiciales para tu salud, pueden ocasionar el indeseado efecto rebote. Para evitar este contratiempo, una vez alcanzado un peso estable, es el momento de apuntarse a la dieta normocalórica. Este régimen se basa en consumir una cantidad de calorías equilibrada con tus necesidades energéticas diarias.

 Esto significa que estás consumiendo aproximadamente la misma cantidad de calorías que tu cuerpo utiliza para mantener su peso actual.

Cómo seguir la dieta normocalórica

Cómo seguir la dieta normocalórica.

Cómo seguir la dieta normocalórica. / FDV

  1. Determina tu necesidad calórica: utiliza una calculadora de calorías en línea o consulta con un profesional de la salud para determinar tu necesidad calórica diaria basada en tu edad, sexo, peso, altura, nivel de actividad física y metas específicas.
  2. Consume una variedad de alimentos: prioriza una dieta rica en alimentos nutritivos y equilibrados. Incluye una variedad de frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables en tu dieta diaria para asegurarte de obtener todos los nutrientes que tu cuerpo necesita.
  3. Controla las porciones: asegúrate de controlar las porciones de los alimentos que consumes para evitar comer en exceso. Utiliza tamaños de porción adecuados y presta atención a las señales de hambre y saciedad de tu cuerpo.
  4. Equilibra los macronutrientes: procura obtener una cantidad equilibrada de carbohidratos, proteínas y grasas en cada comida para mantener un equilibrio adecuado de nutrientes y mantener tu energía durante todo el día.
  5. Come con regularidad: trata de comer comidas equilibradas y nutritivas a intervalos regulares a lo largo del día para mantener tu metabolismo activo y evitar los picos y caídas de azúcar en la sangre.
  6. Hidrátate adecuadamente: bebe suficiente agua durante todo el día para mantener tu cuerpo hidratado y apoyar funciones metabólicas saludables.
  7. Limita los alimentos procesados y azucarados: intenta limitar la ingesta de alimentos procesados, altos en azúcares añadidos, grasas saturadas y sodio. Opta por opciones más saludables y menos procesadas siempre que sea posible.
  8. Escucha a tu cuerpo: presta atención a cómo te sientes después de comer y ajusta tu dieta según sea necesario para satisfacer las necesidades de tu cuerpo y mantener un equilibrio saludable.