Los usuarios de la estación de autobuses de Pontevedra se ven obligados a caminar sobre un suelo completamente anegado, a causa de las filtraciones de agua de lluvia que se están produciendo en las obras de remodelación del edificio.
El inmueble está siendo reformado en su totalidad y los viajeros tienen que transitar por unas zonas acotadas para el paso, que se han encharcado por completo a consecuencia del agua que entra al inmueble desde la techumbre, también en obras. El piso de la estación es de baldosa pulida, con el consiguiente riesgo de resbalones para los caminantes.
Los responsables de la obra han solventado el problema instalando unas señales de "Piso húmedo" en el itinerario de los viajeros, que en todo caso se ven obligados a caminar sobre un continuo charco de agua a lo largo de toda la planta superior del inmueble. Alertan del riesgo que tiene esta situación en caso de caída.
Por otra parte, los usuarios habituales de la estación de autobuses de Pontevedra también advierten de que en determinados horarios se están produciendo concentraciones de gente en las dársenas de embarque, así como en la entrada y salida de los vehículos, lo que contraviene las normas de seguridad anticovid.
Según los plazos anunciados en su día por la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade de la Xunta de Galicia la obra de la estación de autobuses y su nueva conexión con la estación de ferrocarril (un complejo intermodal) debería estar finalizada en enero de 2021, si bien el desarrollo de los trabajos se ha visto también afectado por la pandemia sanitaria.
Los trabajos se iniciaron precisamente con el acondicionamiento del edificio de la terminal de autobuses, que supondrá una reforma funcional, estética y de eficiencia energética de las instalaciones. También se está actuando en todo el exterior del recinto, donde se creará una nueva plaza pública.
El proyecto también incluye la eliminación de los actuales accesos de autobuses, construyendo un nuevo enlace directo desde la Rúa Josefina Arruti, donde se instalarán semáforos regulados a demanda y carriles de espera. Además se pondrá en valor el entorno del río Gafos, que se recuperará con un nuevo espacio para el disfrute ciudadano mediante la regeneración del área a un lado de la estación de autobuses, destapándose el lecho y construyéndose una pasarela de madera que facilite el paseo.
El proyecto incluye una segunda fase que afecta a la remodelación de toda la zona exterior y a la conexión con las calles anexas y la gran plaza que se prevé habilitar ante la estación.
