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Jefe de Neumología del CHOP

Adolfo Baloira: "Hay que controlar esa elevada transmisión en Pontevedra, en los locales de ocio y en la calle"

"El número de ingresados en Montecelo por Covid empieza a ser preocupante", asegura

El jefe de Neumología del CHOP, Adolfo Baloira. // Gustavo Santos

El área sanitaria de Pontevedra y O Salnés ya supera los 650 enfermos activos por Covid, de los que 24 están ingresados en el hospital. El jefe del servicio de Neumología del CHOP, Adolfo Baloira, hace hincapié en la necesidad de cortar la cadena de transmisión del virus, que tiene una especial incidencia en el municipio capitalino. Al respecto, pide medidas estrictas para poner freno a las fiestas ilegales, así como más control de los locales de ocio y del comportamiento de la ciudadanía en los espacios públicos, donde, recuerda, "hay que mantener siempre la distancia de seguridad y usar la mascarilla".

- ¿Qué está ocurriendo para que Pontevedra haya superado en número de enfermos de coronavirus a áreas con más habitantes como las de Vigo o Santiago?

- Nuestra área es de unos 300.000 habitantes. Sigue habiendo bastantes turistas. Sanxenxo en julio fue el destino del norte de España con más pernoctaciones turísticas. Todo esto influye. Lo que sí es cierto es que Pontevedra ciudad está teniendo una tasa bastante alta y tenemos que controlar esa transmisión. Básicamente, a través de los locales de ocio, para que se cumplan las normas. También, como es una ciudad peatonal en la que la gente tiende a estar mucho en la calle, los parques... probablemente habría que dar unas normas de cómo estar, manteniendo las distancias.

- Son más de 650 los casos activos de Covid en el área sanitaria. ¿Le preocupa esta cifra, que ya es superior al pico de la primera ola de abril?

- Nos preocupan mucho más las personas que están ingresadas que las que están curándose en domicilio, que tienen muy pocos síntomas. Además, estamos empezando a valorar que estos últimos se pueden dar por curados bastante antes. Es una faena estar confinado un mínimo de 10 días o 14 días en casa, pero el porcentaje de estos pacientes que luego vuelven al hospital porque han empeorado es bajísimo, menos de un 1%.

- Dice que le preocupan los hospitalizados, ¿cuentan con casos muy graves actualmente?

-Bueno, nos preocupan porque sí son casos más graves, pero también porque el hospital tiene una capacidad limitada. Durante la primera ola de la pandemia hubo que suspender cirugías y muchísima actividad. De hecho, todavía estamos recuperando ahora las consultas y mucha de esa actividad. Un aumento de ingresos por Covid impactaría muy negativamente en todo lo que hace el hospital. El número de pacientes que hay ingresados por Covid en este momento en el hospital empieza a ser preocupante. Está lejos de lo que tuvimos en los momentos álgidos de la anterior pandemia, cuando llegamos a superar el centenar. Aún así, la escalada que está habiendo está siendo preocupante.

- ¿Para cuántos ingresos por Covid está preparado el Hospital Montecelo?

- Nosotros tenemos un plan general y después vamos actuando en función de las necesidades. No podemos tener cuatro plantas cerradas por si acaso. Tal y como estamos montados ahora, podríamos llegar a habilitar en pocas horas 45-50 pacientes en planta y hasta unos 12-15 en UCI. Podríamos hacerlo con cierta rapidez. De momento no debemos hacer mucho más que eso.

- ¿Cuál es el perfil del paciente hospitalizado por coronavirus hoy por hoy?

- En la primera ola la edad era bastante elevada, pero ahora tenemos bastantes pacientes por debajo de los 60 años, incluso por debajo de los 40. Por ejemplo, uno grave de 28 años. Esto lo que nos indica es que la forma de contagio ha variado.

- Las reuniones familiares y de amigos...

- Y las fiestas ilegales. Cada día conocemos una nueva. Con eso hay que ser tremendamente estricto, no se puede consentir que haya casi 200 personas sin mascarilla en un lugar y de cualquier manera. Por cada contagiado se puede transmitir la enfermedad a 1,4 o 1,5 individuos. En momentos álgidos, pueden ser hasta tres contagios por persona. Para que podamos controlar claramente la enfermedad, tiene que haber menos de un contagiado por paciente y estamos muy lejos de eso debido a esas aglomeraciones de gente. Una reunión familiar no debería pasar de seis o siete personas para que las probabilidades de contagio bajen.

- Se habla mucho de las "patologías previas", ¿las presentan los hospitalizados de Pontevedra?

- Hay de todo. Nos encontramos con pacientes que sí las presentan, pero otros no. Lo que hay es un elevado porcentaje de pacientes con sobrepeso, que es un factor de riesgo muy importante para la gravedad de la enfermedad. Un estudio dice que los pacientes con obesidad tienen una carga viral claramente superior a aquellas que tienen un índice de masa corporal normal.

- También hay otro estudio que asegura que el virus se puede transmitir hasta a 8 metros de distancia...

- Se refiere a los aerosoles, pero no lo sabemos con seguridad, no está tan claro. Es posible, pero no es seguro del todo, porque esos aerosoles son gotículas que son entre cinco y diez veces más pequeñas que las gotas que expulsamos nosotros al respirar. Por ello, la cantidad de virus que pueden transportar es bastante menor. Lo que sí es cierto es que los aerosoles permanecen más tiempo en el aire, pero pueden o no ser infectivos. No es lo mismo que haya virus a que puedan causar la infección.

- ¿Cuál es su mensaje para concienciar a la población?

- Lo primero de todo es que todo el mundo, de la edad que sea, puede sufrir la enfermedad de forma grave. Y segundo, que la única manera que tenemos de para la cadena de transmisión es manteniendo esas medidas básicas: distancia de más de metro y medio, uso de mascarilla y uso de soluciones hidroalcohólicas. La mascarilla disminuye la velocidad a la que salen las partículas que exhalamos, de ahí que el metro y medio famoso sea fundamental. De momento no tenemos otros medios. No hay vacuna y no sabemos cuánto tardará ni qué eficacia tendrá. Protegerán durante meses y no igual a todo el mundo. Este es un virus estacional, como el de la gripe. La diferencia es que la temporada de la gripe son entre cuatro y seis meses, a finales de otoño e invierno. Con el Covid no, hemos comprobado que en verano también está ahí.

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