Cualquier infracción o comportamiento imprudente al volante puede convertir en cuestión de segundos una carretera segura en un vial inseguro escenario de un accidente grave. Pero atendiendo a las estadísticas, hay seis viales en la provincia que -principalmente por su densidad de tráfico, entre otras cuestiones- aglutinan casi un tercio de los accidentes con víctimas (es decir, fallecidos, heridos graves o leves) que se producen en las carreteras interurbanas de Pontevedra. Son la A-55, la Nacional 550, la PO-552, la AP-9, la A-52 y la N-120.
Al menos así se desprende de los datos de siniestralidad facilitados por la Jefatura Provincial de Tráfico, a través de la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra, sobre el número de accidentes que se produjo en la primera mitad del año en la provincia y su distribución entre los distintos viales que conectan el territorio pontevedrés.
Seis viales de la provincia aglutinan casi un tercio de los accidentes con víctimas del primer semestre del 2020
El ranking de accidentalidad lo vuelve a liderar la problemática A-55. La autovía Vigo-Porriño es la que registró un mayor número de accidentes mortales y también más heridos. Eso sí, la mayoría de los siniestros son leves y no sumó ningún fallecido. Entre enero y junio registró 25 siniestros con víctimas que dejaron un balance de 33 heridos leves y tres graves. No en vano, estudios como el elaborado por la Asociación Europea del Automovilista (EAE) señala su kilómetro 12 a su paso por Mos como el más peligroso de España.
Le sigue en cuanto a número de víctimas la N-550. La única vía sin peaje que vertebra la provincia de norte a sur sumó en la primera mitad de este año un total 34 heridos (dos graves y 32 leves) y un fallecido. Ya en 2018 había sido el vial con más víctimas mortales, se trata de una vía convencional que registra un enorme volumen de tráfico, especialmente entre Pontevedra y Vigo y en los que se registran bastantes excesos de velocidad como demuestra el hecho de que uno de los radares que más sanciones impone en Galicia sea el ubicado en Redondela. Además, el pasado año se ubicó otro cinemómetro en Cerponzóns (Pontevedra) para tratar de evitar excesos de velocidad en un tramo en el que también se registraron varios accidentes mortales en los últimos años.
A5536 heridos
N55034 heridos
PO5521 fallecido y 32 heridos
AP915 heridos
A5215 heridos
N12014 heridos
Si los anteriores eran viales de titularidad estatal, el tercero es una carretera autonómica. También tiene un tráfico elevado, sobre todo en verano, pero su intensidad es menor que la de los dos anteriores: Se trata de la PO-552 entre Vigo y Tui. Esta carretera destaca además por la gravedad de los siniestros: Los 22 accidentes con víctimas que se produjeron entre enero y junio dejan un muerto y tres heridos graves. En ese mismo vial hubo otros 29 heridos leves. La Xunta acaba de adjudicar las obras para eliminar varios tramos de concentración de accidente en este vial y Tráfico instaló un radar fijo en Mougás en 2018.
Las otras tres carreteras que completan este nefasto ránking son dos vias de alta capacidad (la AP-9 y la A-52) y la Nacional 120. En el caso de las dos primeras, cabe destacar que registraron 12 accidentes con víctimas, ninguna de ellas mortal y solo un herido grave en la AP-9. Ambas dejaron 14 y 15 heridos leves respectivamente.
La A-55 continúa como la vía con mayor accidentalidad de España, especialmente en el tramo del kilómetro 12
En cuanto a la Nacional 120, que comunica Ourense con Vigo, ocurre algo parecido que las anteriores. Al menos en este primer semestre, muestra un significativo número de siniestros pero, afortunadamente, todos ellos de carácter leve. Los diez accidentes con víctimas causaron 14 heridos leves.
Así, en total, estas seis carreteras suman 99 de los 336 accidentes con víctimas que se registraron en la provincia de Pontevedra entre enero y junio, es decir, casi un tercio de los mismos.
Aunque pueden ser menos conflictivas, hay también otros viales que registraron accidentes graves, como puede ser la PO-533 (entre Lalín y el límite de la provincia de Lugo que suma un fallecido este año en Rodeiro), o es reseñable el caso de la Nacional 640 que atraviesa el Deza y la comarca del Umia hasta Vilagarcía: registró 7 accidentes que dejaron 14 heridos leves (tantos como la AP-9), eso sí todos leves.
La DGT alerta de un aumento del número de víctimas tras el confinamiento
Los datos de siniestralidad vial del primer semestre del año en curso vienen marcados, como es lógico, por el importante descenso de los accidentes en carretera durante los meses de confinamiento, en los que casi no hubo que lamentar siniestros (aunque sí una víctima mortal).
Así las cosas, el descenso por ejemplo en el número de fallecidos es notable comparado con 2019. Entre enero y junio la provincia sumaba cinco fallecidos en viales interurbanos, frente a los 13 del mismo periodo del año anterior. Esta cifra ya se ha incrementado trágicamente, en las primeras semanas de julio con al menos tres fallecidos, un motorista que colisionó contra un coche en Mondariz y el vecino de Ponte Caldelas que falleció en una colisión frontal en Alba, Pontevedra. Ayer mismo, otro motorista perdía la vida en Cangas.
Desde la DGT alertan a nivel estatal del incremento de la accidentalidad tras el confinamiento. Desde el final del estado de alarma la mortalidad creció un 22% incluso por niveles muy superiores a los que se registraban antes de la crisis sanitaria. También detectaron que las infracciones por el exceso de velocidad han aumentado un 30%, respecto a las que se registraban en febrero de este mismo año, antes del confinamiento.
Es por ello que, ante una nueva quincena de vacaciones y un fin de semana por delante piden prudencia y que las prisas por llegar a la nueva normalidad no acaben en tragedia al volante.
