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Selectividad calurosa y con mascarilla

850 alumnos inician la ABAU en Pontevedra, que suma nuevos espacios como el pabellón de Ciencias do Deporte

Una selectividad insólita, calurosa y también finalmente no exenta de sorpresa. La orden de la Consellería de Sanidade autorizando que los estudiantes puedan retirarse la mascarilla durante las pruebas de la Avaliación de Bacharelato para o Acceso á Universidade (ABAU) provocó varias bajas entre los vocales de la veintena de comisiones de profesores que supervisan los exámenes, amén de otra complicación, esta vez de última hora, a la organización. Ésta contó por lo demás con la total colaboración de los estudiantes, otra vez nerviosos e ilusionados, pero ahora dispuestos además a cumplir puntualmente con el protocolo contra la pandemia.

La comisión de rectores que organiza las pruebas (CIUG) se sorprendió el pasado lunes, cuando la Xunta autorizó que los alumnos de A Mariña, confinados, realizasen las pruebas sin el protector bucal una vez sentados en sus puestos de examen. La disposición se trasladó de inmediato de la comisión de Viveiro a las restantes de la comunidad, dado, recuerdan, que "nuestra obligación es garantizar que todos los alumnos realicen las pruebas en idénticas condiciones".

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ABAU 2020 en Pontevedra: nuevos espacios para exámenes, distancias y mascarillas

Como resultado, ese mismo día se produjeron varias bajas de vocales. "Solo en Vigo fueron al menos 3, pero también en otros puntos hubo vocales que se echaron atrás y tuvimos que buscar suplentes a última hora", reconoce Luis Muñoz, al frente de los 200 profesores que supervisan las pruebas. "Muchos son personas de riesgo o conviven con ellas y optaron por retirarse por prudencia", añade.

Se multiplicaron los espacios para cumplir con las medidas de distanciamiento, que suponen que donde antes se situaban 50 alumnos en posición de examen ahora se colocan un máximo de 20.

En Pontevedra se habilitaron tres nuevas áreas para las pruebas en la Facultade de Ciencias do Deporte, entre ellas el pabellón, que se sumaron a las sedes ya habituales, Ciencias Sociais e Enxeñaría Forestal.

También funcionó el pabellón de A Raña en Mar, y de nuevo la sede de la Once centralizó los exámenes de los alumnos con necesidades especiales del sur de Galicia, 16 según los registros de la CIUG.

Los 850 alumnos contabilizados en Pontevedra siguieron masivamente las recomendaciones de la Xunta de llevar mascarillas en los accesos y tránsitos, gel hidroalcohólico, pañuelos desechables, una única mochila de la que han de ser siempre responsables... Y agua. Había miedo al calor, así que "Gadis repartió en el campus botellas y en general se les pide que beban", explica el responsable de la CIUG, para mantenerse hidratados en el arranque de las jornadas de mayor tensión del curso.

Las comunes (Historia de España y Lengua Española) inauguraron una mañana en la que "los hemos visto muy relajados, incluso con los corrillos habituales que pensamos que esta vez no se producirían", señalan los profesores. Son adolescentes, así que sonrientes una parte también se examinó de las optativas por la tarde. "El día ha sido bien", resume horas después Luis Muñoz, "sin ninguna incidencia, todo discurrió como estaba previsto, que es precisamente para lo que trabajamos nosotros: para que todo sea normal; si algo se nos escapa, malo, incluso este año".

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