En la madrugada del domingo, un control de la Guardia Civil de Tráfico en Vilaboa detectó a un joven en patinete eléctrico circulando por la N-550 hacia Pontevedra. El conductor era un hombre de 20 años, que fue sometido a la prueba de alcoholemia y arrojó un resultado positivo: 0,47 mg/l, el doble de la tasa máxima permitida.

El chico fue denunciado por conducir bajo los efectos del alcohol y por circular por una vía interurbana sin causa justificada, lo que puede suponer una sanción de 500 euros y la pérdida de cuatro puntos del carné, apunta la Guardia Civil en un comunicado.

La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil continúa, en esta fase de desescalada, con la vigilancia del cumplimento de las restricciones y demás medidas sanitarias acordadas por las autoridades sanitarias para llegar a "la nueva normalidad" sin olvidar su competencia esencial: la vigilancia y el control del tráfico.