"Está habiendo afluencia a pesar del tiempo lluvioso o incluso por él mismo, que anima, sí, a tomar el caldo", señalaba el presidente de la Asociación de Vecinos O Castro y anfitrión de la Festa do Caldo, Santiago Laya, para explicar que "los primeros comensales llegaron este año muy temprano, a mediodía, en dos autobuses procedentes de Vigo".

Los madrugadores aficionados a la gastronomía no sorprendieron no obstante a la cocina sino que "pudieron degustar su caldo ya a las 12.30 horas", pero mucho antes los más de 40 vecinos implicados en la fiesta tenían todo a punto para servir las 4.000 raciones que se venden en cada edición.

"Decimos esa cifra porque es el número de cazuelas que vendemos de media, pero después los asistentes pueden repetir", explica Santiago Laya, cuya asociación cuenta edición tras edición con el apoyo de personas de la parroquia de Mourente, "amas de casa que cada año aparecen con su cuchillo para ayudar, cada una más o menos se organiza" y desde las 2 de la madrugada mantienen encendidos los fogones.

Durante la pasada semana reunieron y prepararon más de una tonelada de víveres, desde los 299 kilos de ternera a los 100 espinazos de caparazón de pollo que figuran en la receta, sumados a 920 manojos de grelos y nabizas, 390 kilos de patatas y el imprescindible unto, hasta 2 kilos.

Con todo, los cofrades de la Orde do Caldo (que este año incorporó a una decena de miembros, entre ellos el general de la Brilat Luis Cortés Delgado, la diputada provincial Victoria Alonso, las concejalas Yoya Blanco y Carme da Silva o el coronel jefe de la Guardia Civil, Simón Venzal) recuerdan que la clave de la receta no está exclusivamente en la excelencia de los productos gallegos, sino que es "imprescindible un agua de buena calidad" dado que su composición y dureza repercute en el resultado de la receta.

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Una patata harinosa y otra que no se deshace y unas buenas fabas redondean un plato que necesita un mínimo de 2 horas de elaboración "desde que empieza a hervir", matizan los cofrades. Se trata de comensales de buen paladar que este fin de semana volvieron a lucir sus capas verdes para reivindicar uno de los platos más populares de la cocina gallega.

Y tras tanto cuidado, la fiesta volvió a revalidar su éxito. La lluvia de mediodía amainó, facilitando que cientos de comensales acudiesen a la explanada de Os Areais, en donde se fueron sucediendo grupos turísticos, familias, vecinos de la parroquia y también numerosos invitados. Las más aplaudidas fueron Clara Castro Villaverde y Dolores Ojea Rey, homenajeadas en esta edición de la fiesta con la imposición del Pote de prata.

La pregonera, la presentadora de Televisión de Galicia María Solar, el alcalde, Miguel Fernández Lores, el vicepresidente de la Xunta Alfonso Rueda o los 40 bailarines del grupo portugués Rancho Rio de Muiños, de la localidad lusa de Penafiel, fueron otros de los invitados a la celebración. La animaron los grupos A cabeza non para, Foula, Voces de Mourente, Os Alegres, Dalle que vai y Pandereteiras de Mourente, poniendo la banda sonora a una jornada dedicada a la gastronomía más tradicional y suculenta.