Representantes de las organizaciones sindicales del centro penitenciario de A Lama se reunieron con el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Ortiz, un encuentro en el que intentaron transmitirle el malestar de los trabajadores en diferentes cuestiones y en el que vistieron la camiseta con el lema “Solución conflicto prisiones”.

Le plantearon que la crisis económica ha situado a la prisión Pontevedra “en el último lugar dentro de las instituciones fundamentales en un estado de derecho”. Aunque no culparon a Ortiz de ello, recalcaron que en los 20 meses que lleva en el cargo “la situación no solo no ha mejorado, sino que se ha deteriorado más y que no se ven vías de solución”.

En esta línea, le trasladaron que “todo el personal está unido como el primer día”. “Aquí no hay colores, no hay azules, ni rojos, ni verdes, ni negros. Vamos a continuar y estamos en disposición de volver a las movilizaciones en cualquier momento, puesto que el conflicto laboral sigue abierto y no se ha atendido ni una sola de nuestras reivindicaciones”, aseguraron.

El reparto de la productividad también se puso sobre la mesa. Los representantes sindicales reclamaron que se realice de forma clara. “Nosotros, salvando las distancias, también somos merecedores de una retribución justa que reconozca la especificidad de nuestro trabajo”, informaron.

Respecto a la sanidad penitenciaria, recordaron que está “al borde del colapso”. “No podemos creer, que el secretario general de Instituciones Penitenciarias, que ha dedicado parte de su carrera a la atención de los derechos de los presos, se limite a contemplar como los internos van muriendo, es cierto que todas estas muertes no pueden justificarse por la escasez de los servicios médicos, pero sí es cierto que muchos de los casos tienen una connotación común, como es la falta de control en el reparto de medicación motivado por la escasez de profesionales”, resumieron los representantes de los trabajadores de A Lama.

La propuesta económica de septiembre de 2018, la falta de personal y el derecho a una segunda actividad, cerraron el encuentro entre ambas partes.