La alcaldesa, María Ramallo, y la concejala de Bienestar Social, Marián Sanmartín, se reunieron ayer con el equipo evaluador de accesibilidad cognitiva de la Asociación Juan XXIII, que estuvo realizando el pasado mes una inspección en la Casa Consistorial para evaluar los puntos fuertes y los débiles que las instalaciones municipales presentan con respecto a esta cuestión.

Se entiende por accesibilidad cognitiva la propiedad que tienen aquellos entornos, bienes, productos, servicios, objetos o instrumentos para resultar inteligibles o de fácil comprensión. Según expusieron en la reunión los miembros de la asociación, en el caso del Concello de Marín es necesario mejorar algunas cuestiones de señalización, de las que el gobierno local tomó buena nota, con la finalidad de implementar las mejoras correspondientes en un breve plazo de tiempo.

Medidas a adoptar

Entre las medidas que se estudiarán destacan la mejora de la señalización vertical en las cercanías de la puerta principal del consistorio, incluyendo direcciones que se deben tomar para ir hasta otros edificios cercanos, como los Juzgados, Aduanas o la Biblioteca municipal; así como la elaboración de carteles que indiquen, de manera sencilla, cuál es el horario de atención al público y la creación de un directorio que también cuente con un apoyo gráfico e ilustrativo, para que sea más sencilla la comprensión.