Una caravana 165 camiones y unos 130 vehículos ligeros de trabajadores vinculados a la actividad de Ence salieron ayer desde Galicia y Asturias rumbo a Madrid para manifestarse hoy en contra del cierre de la fábrica instalada en la ría de Pontevedra.

Se trata de trabajadores directos, de auxiliares, transportistas y forestales de las fábricas de Ence, quienes prevén entrar en Madrid sobre las diez de esta mañana, una hora antes de que comience la manifestación en la sede del PSOE ubicada en la calle Ferraz.

Posteriormente, recorrerán las calles Marqués de Urquijo, Princesa, Gran Vía, Callao, Preciados, Puerta del Sol y Carrera de San Jerónimo, con la intención de llegar al Congreso de los Diputados sobre las 13 horas, cuando leerán un manifiesto.

Los camiones quedarán aparcados en el área de La Atalaya, en la M-50, aunque temen que el recinto se quede pequeño. Los transportistas se trasladarán en autobús hasta la sede del PSOE, donde se unirán con el resto de trabajadores.

En declaraciones a Europa Press, Juan Fernández Corral, trabajador del departamento de logística forestal y uno de los organizadores de la protesta, explica que todo "va según lo previsto" al juntarse en Benavente las tres marchas para comer. El grueso salió de Begonte (Lugo), mientras 35 camiones hicieron lo propio desde Asturias y una treintena de Pontevedra.

"Todo va estupendo, con buen ambiente y con ánimo", resume Fernández Corral. "Lo que nos puede pasar a nosotros le puede pasar a cualquiera", explica.

La manifestación, que se produce en la recta final de la campaña electoral, viene motivada por la decisión del Gobierno a principios de año de no defender ante la Audiencia Nacional la prórroga de la actividad de la fábrica de Ence en Pontevedra que concedió el Ejecutivo de Mariano Rajoy. En concreto, el escrito presentado por el abogado del Estado señalaba que la prórroga dada en enero de 2016 no fue "conforme a derecho".

Planta "modélica"

Sin embargo, la compañía defiende que, en materia medioambiental, la planta resulta "modélica", puesto que de una de las dos únicas de Europa que blanquea la celulosa con agua oxigenada sin utilizar cloro, rigiéndose por "los más altos estándares de responsabilidad medioambiental".

De hecho, la biofábrica cuenta, desde el año 2014, con la etiqueta ecológica Nordic Swan, la ecoetiqueta oficial de los países nórdicos, por cumplir con los criterios de respeto ambiental, así como la 'Distinción Oro' por parte de la Comisión Europea en 2015 reconociendo la mejora ambiental efectuada en los últimos 15 años.

Asimismo, en 2019, recibió el certificado medioambiental "Residuo Cero", que otorga Aenor a las organizaciones que llevan a cabo una gestión más eficiente de sus residuos y que son capaces de valorizarlos.

Según la empresa, de la actividad de esta fábrica dependen, de forma directa a indirecta, más de 5.100 familias, con 400 empleos directos, el 90% de ellos con contrato indefinido. La celulosa de Ence supone la mitad del tráfico del Puerto de Marín --entran cada día hasta 300 camiones en la fábrica-, ya que se exporta el 95% de la producción, contabilizando, asimismo, el 28% del PIB de Pontevedra.