El albergue que sirve de guía al Concello de Pontevedra para ampliar el número de camas en función de la demanda es el de Calor y Café, en la calle Casimiro Gómez, cerca de las antiguas dependencias de la Guardia Civil. Como es el más céntrico, en caso de que se llenen durante varios días seguidos, el gobierno local estudia la ampliación de plazas a través del concierto que mantiene con un hostal de carácter privado.

Son una docena de camas, tal y como confirman sus voluntarios, las que están permanentemente a disposición de las personas "sin techo" en Calor y Café. Para velar por el orden del lugar, cada noche un voluntario duerme en el local.

Hay una serie de normas que se deben cumplir para poder pasar la noche en estas instalaciones. La primera, y más importante de todas, es que en su interior no se pueden consumir ni alcohol ni drogas. La segunda es que se debe dejar descansar al resto de usuarios y la tercera que hay que respetar los horarios: la entrada puede efectuarse entre las nueve y las diez de la noche y ha de abandonarse el albergue por la mañana.

Calor y Café cuenta con una plantilla propia que incluye una trabajadora social y varios monitores, pero también con el trabajo altruista de decenas de voluntarios, la mayoría mujeres, que en turnos ofrecen a las personas sin hogar todo lo necesario para que se cubran sus necesidades básicas. Así, en las instalaciones, además de dormir, se puede desayunar y darse una ducha, incluso aunque no se pernocte allí.

Cáritas Interparroquial

Cáritas Interparroquial también tiene un papel importante en la atención a las personas en riesgo de exclusión social de Pontevedra. Su albergue se encuentra en el barrio de Monte Porreiro, de ahí que se llene con menos frecuencia que el de San Javier, además de contar con más plazas, 20 en total.

En todo caso, la entidad también cuenta con un atractivo centro de día remodelado recientemente en la calle Joaquín Costa, frente a la entrada de las consultas externas del Hospital Provincial. En este local los transeúntes pueden darse una ducha, merendar o incluso pasar unas horas bajo techo en la zona de ocio, con prensa, libros y televisión.

Centro de día también es el de Rexurdir, que desde hace casi dos años se encuentra abierto al público en la calle Cruceiro, bajo el puente de A Barca. Ofrece comedor, ducha y zona de informática y ocio.

Por su parte, el Comedor de San Francisco, con el padre Ignacio al frente, lleva años ofreciendo de lunes a viernes comidas , así como meriendas para llevar.

No es la única iniciativa de carácter religioso, puesto que en la parroquia de San José se sirven desayunos todos los domingos y festivos, para cubrir los días de descanso de los voluntarios de San Francisco.