La alameda de A Seca vivió ayer una jornada marcada por el buen tiempo y la gastronomía. La XIII Festa dos Callos cumplió todas sus expectativas en cuanto a afluencia de público y batió su récord, pues tal y como había previsto la organización en un primer momento, llegaron a repartirse un total de 2.000 raciones entre los comensanles.

La fiesta popular, cuya organización corrió a cargo de la Asociación de Veciños Boureante, se consolida ya como uno de los referentes gastronómicos de la comarca, pues en cada edición aumenta la afluencia de público a la misma.

En total, unas 25 personas participaron ayer en la preparación de la fiesta gastronómica en la que tampoco faltó la música, pues estuvo amenizada por diferentes grupos de música tradicional.

Para la elaboración de las 2.000 raciones de callos se emplearon un total de 260 kilos de garbanzos y 625 kilos de carnes. Además, la organización del evento gastronómico preparó 360 barras de pan para acompañar las raciones y 400 litros de vino.

Dado el gran volumen de raciones que estaba previsto repartir, las personas organizadoras iniciaron ya los preparativos durante la jornada del sábado con el objetivo de que al llegar el día grande estuviera todo a punto para empezar a servir los platos.

Los precios de las raciones de callos se mantuvieron en la línea de la anterior edición, unos seis euros por plato, y para las personas que prefirieran degustar otro tipo de comida se puso a su disposición un pulpeiro, una barra con empanada tradicional y dulces. Además, los promotores del evento quisieron dar especial protagonismo a la cerveza artesana local por excelencia, cediendo un stand específico para la marca de cerveza Meiga.

Tal y como explicaba una de las portavoces de la organización de la tradicional fiesta gastronómica, todas las previsiones fueron pocas, pues la asistencia va a más cada año. Así, Ángeles Rubio señalaba los días previos a la celebración que "siempre nos quedamos cortos, por eso todos los años intentamos ir a más con las previsiones de comida".

Y efectivamente, un año más la Festa dos Callos de A Seca cumplió con las expectativas.