"No quieren desdoblar la vía rápida para dotarla de cuatro carriles y esto hace que los atascos se repitan a diario, también los días laborables, por lo que tenemos problemas para ir al trabajo y desplazarnos al médico ". Así se posicionan los conductores, indignados y cada vez más hartos por una situación que se repite un verano tras otro.
Lo cierto es que las retenciones son, por momentos, insufribles. Y como se apreció ayer se registran ya desde primeras horas de la mañana, sin necesidad de esperar al fin de semana.
Los empresarios insisten en que esta situación perjudica sus intereses y daña la imagen de la localidad, "ya que hay mucha gente que deja de venir a nuestras playas y negocios para no soportar las retenciones interminables en A Lanzada y la vía rápida".
Se producen, como siempre, en el tramo de apenas siete kilómetros que une el tómbolo con la Autovía do Salnés, en el término municipal de Sanxenxo. Tiene lugar, como sucedió ayer, desde las diez de la mañana, cuando los turistas y bañistas se desplazan hasta A Lanzada y otras zonas de baño de la localidad grovense. Y vuelven a registrarse desde las siete de la tarde, con la "operación salida" del municipio.
El cuello de botella que se forma en ese tramo de vía rápida hace que las retenciones afecten también a los dos carriles de salida y a los dos de entrada, dependiendo del momento del día, que atraviesan el istmo de un lado a otro. "La única solución posible es desdoblar la vía rápida y ampliar la autovía", sentencia el alcalde de O Grove, José Cacabelos.