Los últimos trabajos de la ronda Este obligan a desviar el tráfico de la carretera de Ponte Caldelas (PO-532) desde esta mañana. Los vehículos deben circular a través de un tramo de la glorieta de nueva construcción en la intersección con la vía a Montecelo para dejar libre el ramal viejo y acometer el cambio de servicios y el pavimentado del resto de la rotonda.

Según la Diputación, que dirige los trabajos, la constructora adjudicataria de la obra está en prorroga del contrato ejecutando de forma paralela los trabajos de alumbrado y señalización de toda la vía, así como las aceras. De manera inminente se extenderá la última capa de aglomerado para después proceder al pintado de la señalización horizontal.

Ya está operativa la glorieta central en la intersección con Pedra do Lagarto y también finalizada la senda peatonal y ciclista.

La nueva ronda Este tiene una longitud de 970 metros con una calzada de dos carriles de circulación de 3,50 metros cada uno, arcenes de un metro, más una arcén de 0,75 metros, cunetas de dos metros y, en el lateral derecho, una senda peatonal para ciclistas y peatones. El proyecto nació de un convenio entre el Concello y la Diputación en 2013, pero las obras no comenzaron hasta agosto de 2018 tras anularse la primera adjudicación, de 2014.