Padres y alumnos del colegio de Verducido se concentraron en la mañana de este miércoles a las puertas del centro para denunciar la situación en la que quedará el próximo curso la escuela rural, después de que la Xunta confirmase que suprimirá una profesora a pesar del compromiso del jefe territorial de Educación, Cesar Pérez Ares, de que se mantendría sin cambios el centro.

Tras carteles en los que podía leerse "Necesitamos todas as nosas mestras" y "Na defensa da escola rural", un pequeño grupo de afectados representó a la comunidad escolar en una improvisada protesta unas horas después de que la Inspección comunicase oficialmente que el centro no contará el próximo curso con una de sus profesoras.

Se trata de una pérdida muy grave, una de las dos únicas plazas fijas del centro, ya que la profesora de Primaria cambia cada curso mediante sustituciones, una práctica que los padres consideran "inexplicable e impropia de un estado de derecho, que maltrata desde la misma administración a los profesionales mediante condiciones laborales precarias".

Entienden que la medida significa "dar la puntilla" al centro rural, "una hipocresía cuando la administración gallega afirma que quiere incentivar la natalidad y el rural", señalan las familias.

Los padres estudian un calendario de protestas para exigir a la Xunta que apoye a las escuelas rurales y también reclaman que César Pérez Ares de explicaciones públicas "de su falta de palabra y de por qué se adopta una decisión tan contraria al futuro de los niños que viven en la parroquia", critican los padres.