El PSOE no logró un pacto con el BNG para establecer un gobierno de coalición en Caldas durante los próximos cuatro años. La reunión celebrada anoche entre los partidos acabó sin ningún tipo de acuerdo, ni siquiera para asegurar la investidura del socialista Juan Manuel Rey como alcalde mañana. Los nacionalistas descartan realizar siquiera algún tipo de reunión con el PP, aunque los populares se muestran "abiertos a un cambio" en el municipio, por lo que la incógnita sobre quién gobernará en la villa termal se mantendrá hasta mañana.

El BNG optó por no entrar en el gobierno en la segunda reunión que mantuvo con el PSOE ayer y el pasado lunes. "Entienden que hay mucha diferencia de votos y de concejales y que estarían en una posición de inferioridad", indicó el portavoz y secretario general de los socialistas, Manuel González. "Aunque no habrá pacto quedamos en seguir hablando después del sábado, porque siempre van a ser el socio preferencial en la oposición", añadió González, que matizaba que "la gasolina en este mandato va a ser el diálogo", en referencia a que todo apunta a que los socialistas podrían gobernar en minoría.

"Non pode haber acordo, non se pode entrar nun gobernó no que non confías", indicó el candidato del BNG, Manuel Fariña, que alegó diferencias con el PSOE tanto de "confianza" como "programática". "Que o PSOE non teña cumplidos acordos co BNG no pasado é unha razón de peso, pero e que o seu proxecto para Caldas non nos convece en absoluto e é moi diferente ao que propón o BNG en cuestión do casco urbano e a seguridade viaria ou no saneamento no rural e non parece que vaian a cambiar", explicó el nacionalista.

Por el momento, tanto nacionalistas como populares, decidirán en sendas reuniones con sus militantes esta noche su posición a tomar mañana en la toma de actas. El hecho de que el BNG mantenga abierta la opción de votar por sí mismos ha creado rumores en todo el municipio con que el PP sorprenda con un su apoyo. El propio candidato del PP, Fernando Pérez, tampoco desvelaba la postura de su grupo y alimentaba la incertidumbre. "Hay un sentir en el pueblo y la militancia de que deba haber un vuelco y todas las posibilidades están abiertas y puede haber sorpresas", señaló Pérez.