El Sergas ha comenzado ya la campaña de control de las aguas de baño en las playas, que en el caso de la comarca de Pontevedra se extiende a 49 arenales, marítimos y fluviales, de ocho municipios. Estos análisis, que comenzaron el 13 de mayo, se extenderán hasta después del verano y se realizan periódicamente y hasta el momento no se han detectado casos de contaminación. En la provincia de Pontevedra solo se localizaron índices anormales en Bueu, Mondariz y Valga, pero ninguno en Pontevedra, Sanxenxo, Poio, Marín, Vilaboa, Ponte Caldelas, Cerdedo-Cotobade y A Lama.

De todas estas playas, el 90% cuenta con una clasificación excelente, cuatro más reciben una nota "buena" y solo una, la de O Laño en Poio, se queda en el suficiente. Además, cuatro arenales mejoran resultados con respecto al pasado año, entre ellas la del río Lérez en Pontevedra, que por vez primera recibe la nota de calidad "buena" después de varios años en la categoría de "suficiente". La de Areeiro, en Vilaboa, sube también a "buena", mientras que las de Raxó, en Poio, y Loira, en Marín, elevan su categoría hasta el nivel "excelente".

El único descenso en la calificación se registra en una playa continental, la del Pozo Negro del río Almofrei en Cotobade. Ninguno de los arenales aparece con una nota "insuficiente", si bien hay algunas que no figuran desde hace tiempo en la lista oficial de Sanidade, como la de Nanín, en Sanxenxo.

Tras un fin de semana de intenso calor, en la que todas las playas de la comarca registraron un elevado número de usuarios, será en los próximos días cuando empiecen a llegar los servicios de verano, entre ellos los socorristas. Sanxenxo ya ha anunciado que nueve arenales contarán con vigilancia desde el 15 de junio, mientras que en Pontevedra, la fluvial del Lérez no los tendrá hasta el 1 de julio. En cambio, la de Pontesampaio los recibirá el 22 de junio, aunque en su caso solo los sábados, domingos y festivos.