Se cumplieron las expectativas más positivas que confiaban en superar los 700 participantes de la pasada edición, y finalmente fueron 907 los deportistas en la décima marcha solidaria "700 camisetas contra la leucemia" que se celebró ayer entre Vigo y Pontevedra, según datos de la organización. Ésta volvió a desplegar un gran operativo para facilitar esta carrera por el Camino de Santiago que convocó a ciclistas, corredores y caminantes de todas las edades en un esfuerzo conjunto por promover la donación de médula ósea y unidades de sangre del cordón umbilical.

"Hay jubilados y también peques de 10 o 11 años, por ejemplo una madre vino de Madrid con su hija, que tuvo leucemia", indica la Asociación Frangil contra la leucemia, organizadora de la marcha. También se sumaron colectivos por la integración, corredores experimentados, grupos de amigos o parejas que disfrutaban de un fin de semana deportivo.

Cientos de ellos se retrataron (tras los 36 kilómetros de recorrido en los que dispusieron de 3 puntos de avituallamiento) en el photocall situado frente al santuario de A Peregrina.

Salieron del centro comercial A Laxe de Vigo y el primero en llegar a Pontevedra fue Jesús Valverde, de Discamino. Los integrantes de este colectivo hicieron uso de bicis adaptadas y cubrieron el recorrido en menos de tres horas.

Por su parte, el primer corredor en llegar a la meta fue Víctor Álvarez, que entró en A Peregrina a las 12.52 horas, y por detrás de él se clasificaron cientos de runners y caminantes, la gran mayoría de los cuales empleó más de 5 horas en completar el recorrido.

A igual de los integrantes de Discamino, otros muchos participantes hicieron uso de trikes, bicis, sillas etc para facilitar la participación tanto de personas con discapacidades como de niños.

Más de 30 voluntarios supervisaron el desarrollo de la marcha y recibieron a los participantes en los puntos de avituallamiento y en la meta, donde la Escuela Europea Parasanitaria contó con una carpa para atender a los corredores que requiriesen masajes y otras maniobras de prevención de lesiones.

A mayores de la elevada participación, la organización constató otro dato positivo, que "en Pontevedra vino gente interesada en ser donante", una forma de apoyo que no ha dejado de crecer: de los 60.000 registros que había cuando empezó esta marcha a los casi 480.000 actuales.