La mañana comenzó agitada para los bomberos de Pontevedra, afortunadamente con intervenciones de baja envergadura que no fueron a más. El primer susto tuvo lugar en la calle Blanco Amor de la Boa Vila, donde ardía un contenedor azul -destinado el depósito de papel-. La alarma la dieron los vecinos sobre las 8.50 horas, sin que le suceso tuviese mayor trascendencia.

Poco después, a las 9.21 horas recibían el aviso del 112 de un incendio en Poio, en las naves sin actividad de una antigua cementera situada tras la sede de la Comandancia de la Guardia Civil. El humo salía de un galpón, que al parecer es utilizado por personas sin techo para pasar la noche. La intervención no revistió gravedad y el fuego se sofocó rápidamente.