Los trabajadores de Ence en Pontevedra volvieron ayer a la calle con el objetivo de visibilizar, según explican desde los comités de empresa, "que seguimos en la calle" luchando por sus puestos de trabajo.

Coincidiendo con la jornada de final de la campaña electoral, los trabajadores de Ence, así como de algunas empresas auxiliares de la pastera, realizaron una cadena humana que fue desplazándose por distintas calles del centro de la ciudad para rodear a pie las sedes de tres de las administraciones a quienes responsabilizan de la situación actual de inseguridad jurídica en la que se encuentra la fábrica de Lourizán: la Subdelegación del Gobierno, la Diputación y el Concello de Pontevedra.

Los trabajadores formaron una larga fila que fue rodeando a pie los tres edificios (en la plaza de España, Michelena y avenida de Montero Ríos) mientras gritaban la consigna que vienen repitiendo desde que el allanamiento de la Abogacía del Estado en el pleito por la prórroga de la concesión puso en tela de juicio la continuidad de la pastera en la ría: "Ence sí, paro no".

Los trabajadores continuaron por distintas calles de la ciudad hasta llegar a la zona de A Peregrina y A Ferrería en donde se vivió algún momento de tensión al encontrarse con los integrantes de una mesa del PSOE en un acto de la campaña electoral. Un grupo muy reducido de integrantes de la marcha de trabajadores de Ence se dirigieron a los socialistas con insultos.

La marcha finalizó a los pies del monumento a los héroes de Pontesampaio en donde dieron lectura a un manifiesto en el que se insistió en que "en el peor escenario posible, se está hablando de una tragedia para trabajadores y para sus familias, pero también para la ciudad de Pontevedra y toda su comarca".

Los representantes de los comités de empresa recordaron su entrevista el pasado miércoles en Pontevedra con la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio y aseguran que ahora quieren tratar de reunirse "con el presidente del Gobierno, tocaremos los medios que haga falta, iremos a donde haga falta ir", explicó la responsable del comité de empresa de Oficinas Centrales de Ence Pontevedra, Ana Cedeira.

Finalmente, se han referido a "unos políticos que dicen que representan" a la ciudadanía para decirles que "estos irresponsables son los que se tienen que marchar, no nosotros".

Ana Cedeira añadió en palabaras a los medios de comunicación que con esta nueva protesta quieren demostrar "que no somos solo ese 1% que dice el alcalde de Pontevedra, somos 400 personas, esto afecta a 400 familias de forma directa que vamos todos los días a trabajar y a más de cinco mil en toda Galicia". Cedeira aseguró que "no solo somos números, somos trabajadores; padres y madres de familia y con nuestro sueldo no juega ningún político y eso es lo que queremos demostrar aquí hoy".

Ignacio Acuña, presidente del comité de fábrica aseguró que se trata "de un acto puramente simbólico" con el objetivo de "visibilizar nuestro problema". También pretendían "hacer reflexionar a los políticos que toman decisiones detrás de los muros de estos edificios y que muchas veces ponen en grave riesgo el trabajo y el futuro de cinco mil personas en Galicia".

Los trabajadores contaron con el apoyo del candidato del PP a la Alcaldía, Rafael Domínguez.

Autorización

Aunque los trabajadores señalaron que contaban con la autorización de la Subdelegación, lo cierto es que fuentes de este organismo confirmaron que la marcha fue comunicada pero fuera de plazo, de modo que no tenía el visto bueno. Aún así, no hubo impedimentos para que se celebrara con presencia de la Policía Nacional en todo el recorrido.