Los dos hijos de 20 y 22 años de María Antonia Portela y el entonces menor de 16 años hijo de Raquel Díaz llegaron a ser detenidos tras las denuncias inpuestas en 2016 por la madre de una joven, dado que la menor los acusaba de haberla violado. Tiempo después el juzgado no solo archivó el caso, sino que la propia joven llegó a reconocer que se había inventado la denuncia.

Estas dos madres pontevedresas han liderado desde entonces una cruzada para, como ellas dicen, "limpiar los nombres" de sus hijos y además piden justicia por todo el calvario que tuvieron que pasar como consecuencia de aquella denuncia. Esta justicia que demandan les ha llevado a sentar en el banquillo de los acusados a la joven, ya mayor de edad, y que ayer fue juzgada por un tribunal de menores dado que cuando se produjeron los hechos no tenía aún los 18 años. Piden dos años de internamiento y una indemnización por los perjuicios causados. También actúan contra la madre de la menor, a quien sitúan como responsable civil subsidiaria y creen que ambas actuaron con "mala fe" al inventarse esta acusación. Las afectadas relataron en el juzgado todos los perjuicios que sufrieron debido a aquellas denuncias, como el hecho de que a los jóvenes aún hoy en día les queda el "estigma" en el barrio por aquella denuncia. También señalan que el marido de Raquel vio como se agravaban sus problemas de salud por aquellos hechos.