Una vecina de As Neves fue juzgada ayer como autora de un presunto delito de coacciones y apropiación indebida respecto a la persona de su madre por unos hechos ocurridos en febrero de 2017 y que acabó con la progenitora de la acusada yéndose a vivir a Vigo con otra de sus hijas tras impedirle la procesada el acceso a la vivienda de la que era usufructuaria, según el escrito de acusación del fiscal, así como el relato de la propia madre de la acusada.

La mujer, que en el momento de los hechos tenía 81 años, declaró ayer en la Audiencia y explicó cómo su hija le impidió, en un primer momento, que pudiera ver a otra de sus hijas que había venido de Vigo para verla. También relató que inicialmente se negó a que pudiera ir a pasar el fin de semana con ella a la ciudad olívica y que después, una vez en el exterior, le impidió volver entrar en su casa para coger ropa y sus medicinas, dado que había salido en bata de casa y pijama. De hecho, fue necesaria la presencia de la Guardia Civil en el lugar.

"Me dijo que si volvía a entrar me quedaba allí encerrada y no salía", explicó al tribunal. La mujer también relató que su hija no la "llevaba al médico" aunque ella se lo pidiera porque se sentía mal y aseguró que se quedó con el dinero de una cuenta bancaria en la que ambas figuraban de titulares pero en el que solo entraban ingresos procedentes de la pensión de la madre y del alquiler de un local también de su propiedad, dado que su hija no trabajaba. También indicó que su hija se marchaba de casa y que a ella la dejaba "sola sin poder salir", dado que necesitaba ayuda para vestirse y poder dejar la casa.

Lo mismo declaró la otra hija de la víctima, hermana de la acusada, que reconoce que la relación con ella es ahora muy mala. En total, la Fiscalía señala que había un total de 83.600 euros en dicha cuenta de los que se apropió la acusada.

La acusada, M. B. R. V., niega los hechos y asegura que nunca impidió que su madre se fuera de casa o que volviera a entrar en ella.

Aunque reconoce que en la cuenta bancaria que compartía con su madre se ingresaban conceptos como la pensión de ella o el alquiler de este local, afirmó al tribunal que el dinero de esa cuenta era suyo y que lo había obtenido mucho tiempo antes con diversos trabajos. Reconoció, no obstante, que desde 2012 no tuvo ningún trabajo dado que se dedicó a cuidar a su madre, una época en la que, según la fiscal, solo había 63 euros en la cuenta. Ella respondió que era su pareja la que se ocupaba de todos los gastos de la casa y aseguró que nunca sacó dinero de esta cuenta bancaria sino que lo único que hizo fue quitar a su madre como titular de la misma. La Fiscalía pedía cuatro años de cárcel para la acusada.