No estaba anunciado como acto electoral, pero se convirtió en una crítica conjunta a la Xunta del PP por parte de los alcaldes socialistas de Vilagarcía y Caldas. Alberto Varela y Juan Manuel Rey comparecieron en la zona limítrofe de sus municipios que atravesará la primera Vía Verde íntegramente gallega, es decir, la de O Salnés. Y ello será posible porque en un plazo de "dos o tres semanas" -anunció el regidor vilagarciano- comenzarán las obras de la ruta que acondicionará nueve kilómetros del viejo tendido ferroviario, en desuso, entre Portas y Vilagarcía.

Quien no estuvo ayer en la presentación de las obras que ejecutará Tragsa es el alcalde portense. No por falta de colaboración con sus homólogos socialistas, quienes se deshicieron en elogios hacia Víctor Estévez, sino porque "no se presenta a la reelección", justificó Juan Manuel Rey.

El compromiso adquirido en su día por la Xunta pasaba por aportar la misma cuantía que la Diputación de Pontevedra (200.000 euros), pero ante el retraso en plasmarlo, la presidenta Carmela Silva y los alcaldes firmaron un convenio de colaboración sin la Administración autonómica. Ese mismo día, minutos antes de la rúbrica, recibieron una llamada de Santiago anunciando que sí contribuiría económicamente con la Vía Verde do Salnés, aunque no con 200.000 euros, sino "con 160.000 o 170.000", recordaba ayer Alberto Varela. Pero nunca se llegó a firmar nada por escrito, por lo que los tres alcaldes y la Diputación decidieron continuar con el procedimiento por su cuenta para no demorar más un proyecto que auguran tendrá un impacto socioeconómico en la comarca.

Los tres concellos tienen sus respectivas aportaciones reservadas y aprobadas (por tanto en el caso de cambios de gobierno tras las municipales la Vía Verde no correría peligro) y el organismo provincial encomendó la ejecución de las obras a Tragsa.

Ahora lo único que está en el aire es la dotación de mobiliario y la reparación del puente de hierro que discurre sobre el Umia, la parte que le correspondería a la Xunta. No obstante el primer edil vilagarciano garantizó que la Vía Verde se ejecutará de forma completa con el apoyo de la Xunta o sin él, puesto que en el caso de que la Administración gallega persista con la actual actitud serán los concellos los que tengan que asumir ese coste.

"Sinvergüencería política"

El alcalde de Caldas de Reis llegó a definir la actitud del Ejecutivo popular de "sinvergüencería política". "Enredaron tanto que tenemos que avanzar solos. Solo pusieron trabas. Siempre tienen una explicación para no hacer las cosas", consideró el mandatario local. "Más que una obra, esto es un sueño", añadió.

Una afirmación a la que se sumó Varela, pues se trata de un proyecto el de la Vía Verde muy perseguido por los tres concellos implicados, que han contado con la implicación de la Diputación de Pontevedra.