Cada pontevedrés produce y genera cada año alrededor de 400 kilos de basura, algo más de uno al día, pero apenas un 10% de ese volumen acaba en plantas de reciclaje o es reaprovechado. Envases ligeros, vidrio, papel y cartón y materia orgánica son los residuos que es posible separar en cada para ser depositados en contenedores específicos, pero por el momento, el recipiente para la basura general es el que gana por goleada, con más de 29.000 toneladas anuales que son enviadas a Sogama.

Así se desprende del cruce de datos que manejan al respecto la propia empresa de la Xunta dedicada al tratamiento de basura, las entidades Ecoembes y Ecovidrio, que gestionan productos como papel o envases, y el propio Concello de Pontevedra, volcado desde hace meses en implantar el compostaje en el municipio, aunque hasta el momento con resultados desiguales.

El balance correspondiente a 2018 de Ecoembes y Ecovidrio refleja que cada pontevedrés deposita en los contenedores específicos algo más de 30 kilos anuales de papel y cartón, vidrio y envases ligeros, lo que supone alrededor de 2.500 toneladas para todo el municipio. Los pontevedreses avanzan, aunque lentamente, en este proceso, ya que en 2017 se alcanzó una media de 26,7 kilos y hace dos años apenas se superaban los 21, por lo que desde entonces la media ha crecido en diez kilos por persona y año. Aún así, Pontevedra está muy lejos de municipios próximos como Poio o Sanxenxo, donde se superan con creces los setenta kilos al año por cada vecino.

Residuos "impropios"

A orillas del Lérez cada pontevedrés recicla unos 11 kilos de vidrio, diez de papel y otros diez de envases ligeros, mientras que Ecoembes ha comprobado que en Pontevedra es uno de los municipios donde mejor se utilizan los contenedores, ya que apenas el 19% de la basura se considera "impropia", es decir, se deposita en el recipiente equivocado. Ese porcentaje supera el 25% en Vilaboa, Marín o Cerdedo-Cotobade, por ejemplo.

El otro apartado donde es posible reciclar la basura es el de la materia orgánica, mediante composteros individuales, aún muy escasos, y con centros de compostaje comunitario, que no están ni muchos menos generalizados. Se acaban de instalar en Valdecorvos, que se suman a los de A Parda y Eduardo Pondal-O Gorgullón, así como a los existentes desde hace tiempo en Monte Porreiro y el campus, así como en Príncipe Felipe y la Brilat.

Aunque en este caso no hay cálculos precisos, se estima que mediante este sistema se recogen unas mil toneladas anuales, es decir, algo menos de tres cada día.

A estas cifras habría que añadir el material que los ciudadanos envían al punto limpio de O Campiño, sobre todo electrodomésticos y productos metálicos, de madera o pinturas, si bien no es un volumen muy elevado. Por tanto, al margen de este último capítulo, entre los contenedores específicos y los composteros, esta recogida selectiva supone poco menos de cuatro mil toneladas anuales, alrededor del 10% de las 33.000 toneladas de residuos que se generan en doce meses en el municipio.

Tasa de Sogama

De todas ellas, el 90% sigue enviándose a Sogama, empresa que propuso una reducción del 10% en la tarifa que cobra a los concellos si estos aplican también una rebaja en el recibo.

Pontevedra es uno de los municipios de la provincia que se adhirió a esta propuesta de Sogama, pero por el momento la medida permanece a la espera de que la Xunta y la empresa pública detallen la fórmula para poner en marcha esa bonificación, si bien el Concello parece tener claro que se aplicará a final de año, según explica el concejal de Facenda Raimundo González Carballo.

Al igual que con la tasa del agua, es necesario modificar la ordenanza fiscal de la basura, pero aún no se sabe si será una rebaja concreta para este año o se prolongará en el tiempo. Además, el descuento a los abonados no será global en el recibo (que se cobra conjuntamente con el agua) sino que se centrará en la parte proporcional del tratamiento. Aunque se devolvería de golpe y a final de año, su repercusión no será significativa en el recibo.

Durante 2018, Pontevedra envió a Sogama 29.720 toneladas de basura, con un ligero incremento cada año, si bien el gobierno local lo justifica en el aumento continuado de la población y en una mejora de la economía. En cambio, la oposición sostiene que ese incremento responde al "fracaso" del sistema municipal de compostaje, una denuncia que resumen en el retraso de la planta de compostaje prevista hace años en montes de A Canicouva y que no sale adelante pese a que desde diciembre de 2015 se paga un alquiler de 20.000 euros anuales a los comuneros por el uso de esos terrenos.