En el escaparate de la tienda La Cata, en las inmediaciones de la estatua del Fiel Contraste, los peatones y turistas consultan productos de degustación y se sorprenden de los curiosos invitados que estos días roban espacio a las latas y botellas. Se trata de clicks, los famosos juguetes de Playmobil, reinterpretados en esta ocasión para convertirlos en cofrades de la Semana Santa capitalina.

La instalación es obra de Ramón Pedras Pérez, alumno del CEIP Doroteas y desde hace 4 años penitente de la cofradía del Silencio. "Mi padre (el hostelero Ramón Pedras, Petete, ex candidato a la Alcaldía capitalina y propietario de La Cata) siempre estuvo en este mundo y a mi me gustó siempre bastante", explica el estudiante, que hace 2 años decidió dar un paso más en su afición por la Semana Santa y reproducir mediante clicks escenas de las procesiones.

Su primer proyecto fue la cofradía del Silencio, con sus penitentes con capas amarillas, capirotes blancos y hábitos negros.

No faltan los músicos o los costaleros que portan el paso del Nazareno en el desfile del Martes Santo y los más conocedores de la Semana Santa advierten a mayores numerosos parecidos con los cofrades reales; la calva de uno o la perilla de otro que asemejan todavía más los muñecos a los originales.

El joven asegura que realizar las réplicas "es fácil", aunque en realidad supone un trabajo minucioso. "Coges un click, un Playmobil, lo envuelves con papel pinocho, después los colores, vas haciendo los detallitos a bolígrafo o a rotulador y luego con plastilina y más palillos...", detalla, "y la banda sería el mismo proceso, lo que pasa es que haciendo instrumentos y comprando las cornetas por internet".

En una segunda fase incorporó a la instalación la cofradía de la Veracruz, con sus penitentes con capirotes morados y el paso del Cristo de las Caídas. "El año pasado tuve la oportunidad de salir de cofrade con la Veracruz por un amigo y dije que tenía que ser esa la segunda, no podía ser otra, y así cada año aumentaremos".

Ha consultado tutoriales para realizar pacientemente las escenas y en adelante se propone replicar todas las cofradías, hasta completar las 7 que desfilan cada año en la ciudad del Lérez.

"Hasta tener las 7 no vamos a parar", avanza este joven cofrade que asegura disfrutar especialmente de los instantes previos a la salida de la procesión. "Los momentos antes de salir son increíbles, estar allí con tus amigos, después de un año preparando todo y por fin puedes salir eso es lo mejor que hay".

Calcula que antes de 3 años completará toda la instalación. "Te lleva un año hacer una cofradía, tardarías menos si no fuese por los estudios, el fútbol, por muchísimas cosas más", una apretada agenda que desde hace un tiempo también incluye a los famosos juguetes sin rodillas, codos o dedos.

Apenas han cambiado desde su nacimiento en 1974, incluida su estatura o su sonrisa, que inconscientemente devuelven muchos cocinillas sorprendidos al ver entre los vinos los clicks penitentes. En tiempos de juguetes electrónicos, esos pequeños sin nariz conservan en su 7,5 centímetros la capacidad de llenarnos de nostalgia y alegrarnos por un instante.