El posible impacto económico que tendría el cierre de la planta de Ence en Pontevedra no solo debe traducirse en los puestos de trabajo directos e indirectos de la compañía, sino en el volumen de negocio que genera a su alrededor.

Así, según datos de la propia empresa, Ence Pontevedra compró productos y servicios a lo largo del año 2018 por importe de 130 millones de euros en Galicia. Solo en Pontevedra, el volumen de compras por distintos conceptos se situó el pasado ejercicio en 55 millones de euros. Por hacer una comparativa, se cree que el impacto de la Brilat en la comarca es de unos 43 millones (unos 38 en salarios y otros tres en gastos).

Por apartados, cabe señalar, por ejemplo, que las compras de maquinaria, instalaciones y equipos de diversa índole precisaron de un gasto el pasado año de 14,1 millones de euros en Galicia, la mayoría en la comarca de Pontevedra, en donde se quedan 12,3 millones de euros.

En cuanto a los servicios, Ence Pontevedra gastó 19,3 millones en contratar a empresas para todo tipo de actuaciones y necesidades que genera la fábrica de Lourizán, en su mayor parte firmas radicadas en la ciudad del Lérez, a donde fueron a parar cerca de 12 millones. Es por ello que no es de extrañar que muchas empresas auxiliares radicadas en la comarca vinculen su futuro al de la planta de Lourizán.

Por último, destaca la compra de materias primas efectuadas por Ence Pontevedra en 2018. Se superaron los 96,1 millones, de las que 31 millones fueron en Pontevedra.

Xunta y empresa estiman que de la fábrica dependen unas 5.100 familias (los 400 empleados de la plantilla, 2.700 empleos de contratistas del área industrial, logística y transporte y 2.100 empleos en el sector forestal.