Las visitas al islote sorprenden al visitante por la cantidad de elementos históricos y naturales que guarda su piramidal figura tupida por eucaliptos. Bajo su follaje se ocultan distintas edificaciones, desde un lazareto a instalaciones militares, una pesquería y pequeños arenales. Estos son los desconocidos encantos de Tambo:

El Faro de Tenlo

El faro de Tenlo. // G. Santos

La silueta de esta luminaria con un escalera serpenteante destaca en un saliente de la isla. Su construcción se aprobó en 1916 y llevó varios años hasta que entró en funcionamiento en 1922. Baliza la entrada por la boca sur de la ría de Pontevedra. La torre, de 20 metros de altura, fue revestida en el año 2000 para dotarla de mayor visibilidad ante un horizonte rocoso.

La huella militar

Entrada al polvorín. // G. Santos

Desde 1943 hasta 2002, la isla estuvo destinada a usos militares. Durante estos casi 60 años se erigieron varias edificaciones para distintos usos: una vivienda y distintos elementos de servicio para el destacamento que custodiaba el polvorín. Este es un búnker de 180 metros cuadrados donde se guardaba la munición. En las inmediaciones de la playa de Area da Illa incluso se levantó una cantina, que se usaba en verano cuando los familiares de los militares acudían de visita. Además se acondicionó un área de ocio con mesas, bancos y aseos.

El antiguo lazareto

Tambo era zona de cuarentena. Las embarcaciones debían para allí con el objetivo de evitar el contagio de enfermedades al llegar a puerto. Se levantó en 1865 pero estuvo en activo apenas algo más de una década. Contaba con espacio para 200 personas, así como botica, cocina y despensa. Cerró en octubre de 1879 debido a su falta de mantenimiento y todo su material se llevó a la isla de San Simón, en la ría de Vigo.

A Comboa

Se trata de una pesquería tradicional que rodea la parte de la isla que mira a Combarro. Desde la Edad Media se usaba para la recogida de peces, que quedaban atrapados entre las paredes de piedra al bajar la marea. Monasterio de Poio se quedaba con las capturas. A princicios del siglo XX, el político Eugenio Montero Ríos adquirió la isla y usó "a comboa" como criadero de ostras.

Las playas

Playa de Area da Illa. // G. Santos

La isla tiene dos arenales: Area da Illa y Adreira. La primera es la más visible y se extiende en la cara que mira a Poio. En sus 225 metros de largo y 30 de ancho incluye un complejo sistema dunar. La segunda apenas tiene una longitud de 20 metros y una anchura de 5 metros. Se sitúa frente al Faro de Tenlo.