El debate surge a raíz de los precios del suelo industrial, aspecto en el que alcaldes y empresarios de la zona coinciden en que es muy elevado y que no pueden competir con los grandes descuentos de Portugal.

Al respecto, Pablo Arangüena, gerente de la empresa que gestiona los polígonos de Vilanova y Catoira, manifiesta que, "es muy difícil competir con ellos en materia de precios, pero el coste del suelo industrial no es el único factor que influye en la decisión de las empresas de instalarse allí. El coste de la mano de obra también es más bajo, y los empresarios se encuentran con más facilidades para emprender un negocio y una mayor flexibilidad fiscal. Es una problemática integral".

Pero alcaldes y empresarios de O Salnés opinan que hay que abaratar el suelo cuanto antes. Miguel Falcón, que fue el último presidente de la Cámara de Comercio de Vilagarcía, manifiesta que "el suelo industrial no debería pasar de los 25 o 30 euros el metro cuadrado en ningún sitio". Argumenta que "las industrias son los grandes motores de la riqueza, y sin ellas ni se generan puestos de trabajo ni la administración ingresa impuestos".