La mediación extrajudicial trata de abrirse paso como fórmula de resolución de conflictos en distintos ámbitos, incluso el Penal, como la fórmula más recomendada por los expertos para resolver un desacuerdo entre dos partes en litigio. Si bien, en donde está más implantada es en el ámbito civil y sobre todo en la disolución de matrimonios y parejas.

Ángeles Ferreirós es economista y mediadora Civil y Mercantil, dada de alta en el registro de mediadores y delegada territorial en Pontevedra de la Asociación Española de Mediación, Asemed. Desde 2013 se dedica a la mediación y considera que, lamentablemente, "todavía existe muchísimo desconocimiento" acerca de esta alternativa que evita que sea el juzgado el que acabe dictando una sentencia que recoja los términos en los que se produce una ruptura matrimonial o de pareja.

La mediación permite incluso poner fin a la relación sin tener que pasar por el juzgado, con un acuerdo ante notario cuando no hay hijos a cargo del matrimonio. En el caso de que los haya, debe ser homologado por la Fiscalía, pero "en la experiencia que nosotros tenemos, nunca nos hemos encontrado con que nos hayan dado para atrás a un acuerdo", explica.

Para Ángeles Ferreirós, las ventajas de la mediación son múltiples. Parece que lo difícil es empezar el proceso, ya que debe ser voluntario por ambas partes. En este sentido, destaca la "sorpresa" de muchos cónyuges que tratan de buscar la mediación pero que temen que la parte contraria no la va a aceptar: "Sorprendentemente muchas veces aceptan, dado que la otra parte también está deseando poner fin al conflicto cuanto antes", indica Ferreirós.

Resalta que la solución mediante la mediación es menos traumática tanto para padres como para los menores dado que "en el proceso abordamos y valoramos absolutamente todos los detalles que afectan a las partes, cuestiones de índole laboral, personal o familiar a las que a veces no llega el juzgado". Indica que se sientan las bases para que la relación posterior no sea conflictiva; abordando situaciones que se van a presentar en el futuro del tipo "cómo vamos a celebrar el cumpleaños de los niños, qué vamos a hacer si me sale un trabajo fuera de la ciudad en la que vivo actualmente o si alguno de los excónyuges, o los dos, inician una relación con otra pareja". "Se valoran muchas más cuestiones que permiten que la relación luego sea mucho más fluida como padres, que es lo que se persigue, no se plantean otro tipo de cosas", añade Ángeles Ferreirós. En este sentido, remarca que a la mediación se debe llegar con la decisión de romper la pareja o el matrimonio ya adoptada y sin dudas: "Esto no es una terapia de pareja", advierte.

Explica que los acuerdos adoptados por mediación tienen muchas más posibilidades de ser respetados por todas las partes, "dado que se aceptan condiciones que se sabe y uno mismo asume que se pueden cumplir". En el lado contrario, señala que en los divorcios o separaciones que se imponen por vía judicial "siempre va a haber una parte que siente que ha perdido y, cuando esto ocurre, por desgracia, la naturaleza humana provoca que el que se siente así acabe siempre por intentar fastidiar a la otra".

Por último, Ángeles Ferreirós destaca, además que la mediación es una fórmula "más ágil y económica" dado que permite escapar de los largos plazos de la administración de Justicia y se suele llegar a un acuerdo en varias sesiones.