Las obras del puente de A Barca se terminarán justo cuando ya estén comenzadas las del de O Burgo, el más emblemático de los viaductos de la ciudad de Pontevedra y uno de sus símbolos históricos.

Aunque estaba previsto que ayer comenzase el desmontaje de la glorieta entre Domingo Fontán y la Avenida da Coruña, finalmente se aplazó. Se trata del primer paso para unos trabajos que harán que el puente de O Burgo se convierta en peatonal definitivamente, uno de los proyectos más ambiciosos del gobierno local y en el que se invertirán cerca de 1,3 millones de euros.

Será el 7 de marzo, después del miércoles de ceniza, cuando se permita solo el paso de los peatones. Con el permiso de Patrimonio se puede dar inicio a esta actuación del plan "Máis Pontevedra", que cuenta con fondos europeos EDUSI.

Con esta peatonalización cobra sentido y mucho más protagonismo el último puente construido sobre el Lérez, el de As Correntes.