El Concello inicia mañana martes las obras de reforma y peatonalización del puente do Burgo, adjudicadas en noviembre pasado a las empresas Imesapi y E. C Casas, en una unión temporal, por 1,3 millones de euros.

Los trabajos comenzarán con el desmontaje de la glorieta entre Domingo Fontán y la avenida da Coruña, mientras se realizan trabajos previos en el viaducto, como una inspección visual y unas catas para comprobar su estado real.

Será después, la próxima semana, cuando se iniciarán las obras en el puente propiamente dicho y será el jueves 7 de marzo cuando quede totalmente peatonal, según se ha acordado en una reunión celebrada hoy lunes entre las empresas adjudicatarias y los técnicos municipales de la que ha informado el concejal Demetrio Gómez.

Desde ese día, justo después del Miércoles de Ceniza y en plena semana del Carnaval, el puente do Burgo quedará cerrado para el tránsito rodado y solo se permitirá el paso peatonal que sea compatible con las obras.

Con un plazo de ejecución de un año para rehabilitar el histórico viaducto, ya no volverán a pasar los coches desde el día 7.

Con respecto a la glorieta junto a la gasolinera de O Burgo, Demetrio Gómez explicó que será eliminada para crear un recorrido circulatorio continuo entre Domingo Fontán y Juan Manuel Pintos, mientras que los coches que bajen por la avenida da Coruña tendrán que girar obligatoriamente hacia la izquierda, en dirección al puente das Correntes. En su rotonda podrán dar la vuelta hacia el Pabellón de Deportes.

El gobierno local aguardaba desde hace unas semanas la autorización final de Patrimonio para acometer el proyecto "estrella" del gobierno local para este mandato. Con ese permiso en la mano, según el edil, puede comenzar una reforma que llega con bastante retraso sobre el calendario inicialmente previsto y que no estará concluida hasta 2020.

Además de la rehabilitación del puente y sus dos cabeceras, por 1,3 millones, la empresa Setga se encargará, por otros 730.000 euros, de instalar una iluminación monumental en todo el viaducto y su entorno.

La reforma del puente do Burgo es la principal actuación del plan "Máis Pontevedra" que financia la Unión Europea a través de los fondos EDUSI, por el que el Concello recibió hace más de dos años diez millones de euros.

La actuación se enmarca en el programa integral de mejora del Camiño Portugués por el casco urbano, que también incluye las obras en O Gorgullón (con los mismos fondos FEDER) y la calle Virxe do Camiño. La segunda está casi finalizada, pero en la primera aún resta casi toda la actuación.

El objetivo es recuperar el espíritu peatonal del puente al eliminar los tráficos rodados en el ámbito, excepto en el entronque con la avenida de Buenos Aires y la continuidad de las calles Domingo Fontán y Juan Manuel Pintos, áreas donde los coches convivirán con los peatones.

La actuación abarca más de 6.700 metros cuadrados, cuatro mil de ellos en la futura plaza de la cabecera Norte, junto a la estación de servicio, que continuará en ese emplazamiento ya que su empresa responsable, Repsol, ya ha solicitado una prórroga de la concesión de Costas.

El diseño se divide en tres ámbitos: la cabecera sur (frente al yacimiento de Valentín García Escudero), con 836 metros cuadrados, el propio puente (1.780 metros) y la cabecera norte, donde se remodelarán 4.141 metros. En la avenida de Buenos Aires está previsto realizar un gran paso de cebra que una el Camino de Santiago, junto al yacimiento de Valentín García Escudero, con el puente de O Burgo, estructura donde se proyecta una plataforma única de losetas de una piedra de gran tamaño para continuar la vía peatonal de 11 metros de ancho.

Habrá una iluminación rasante que marque el recorrido del Camiño Portugués. También otra en la baranda lateral y un alumbrado desde el suelo, así como una iluminación artística de los arcos. Además, se sustituirá la barandilla actual por otra metálica galvanizada y sencilla.

La cabecera norte es la que registrará una mayor transformación, ya que eliminará la rotonda central pero sí mantendrá el carril en los dos sentidos de circulación por ese punto uniendo Juan Manuel Pintos con Domingo Fontán. Se creará una plaza de más de 4.000 metros cuadrados con arbolado, mobiliario, bancos, papeleras, que continuará la plataforma única del puente pero con losetas de hormigón.

El inicio de las obras se produce un año después de su licitación, ya que salieron a concurso hace un año, en febrero de 2017 y en abril ya se disponía de las ofertas empresariales, una docena entre la remodelación y la iluminación, pero no se adjudicó haya noviembre pasado