Pontevedra contaba a finales de 2916 con 57 entidades prestadoras de servicios sociales y sumaba 44 centros, financiados total o parcialmente por la Xunta. Un año después, esa situación mejoró en parte, al sumar 63 colectivos destinados a estas labores y un total de 47 centros asistenciales.

Sin embargo, esta mejoría no sirve para que la ciudad del Lérez abandone los últimos puestos entre las siete urbes gallegas y ocupe, junto con Ferrol, el "farolillo rojo" del ámbito urbano, según los datos recogidos en el más reciente "Observatorio Urbano de Pontevedra", realizado por el Grupo de Investigación G4 Plus de la Universidade de Vigo para el Concello de Pontevedra. El documento fue presentado hace unas semanas y ofrece datos relativos a 2017 y 2018.

Este observatorio revela que en Ferrol hay 61 entidades y 42 centros asistenciales, ligeramente por debajo de la oferta pontevedresa, pero en un reparto por habitantes se pone de manifiesto que a orillas del Lérez hay 27 plazas de este tipo por cada mil vecinos, cuando en Ferrol se rozan las 39. En este particular apartado tampoco salen bien paradas las ciudades de A Coruña (28 plazas por cada mil habitantes) ni Vigo, que tampoco llega a 27. La media urbana es de unos 30 puestos, cifra en la que se manejan Lugo, Ourense y, sobre todo, Santiago.

Según este documento, en la ciudad de Pontevedra estaban registradas en 2017 un total de 8.117 personas con algún tipo de discapacidad, en función de los datos del Instituto Galego de Estatística y la Xunta. Un 57% tenían una discapacidad reconocida de tipo físico y otro 26% eran psíquicas y el 17% restante eran sensoriales. Esta cifra supone un drástico descenso de casi el 20% con respecto al balance de 2016, pero está muy por encima de las 6.900 personas contabilizadas en 2014. Esa población de 8.117 personas es la más baja de Galicia salvo en Lugo, con 6.991 vecinos con algún tipo de discapacidad.

Con estos datos en la mano, el Observatorio concluye que en 2017 en la ciudad del Lérez había una ratio de 0,57 centros asistenciales por cada mil habitantes con lo que se sitúa únicamente por encima de A Coruña y Vigo. La ciudad de Ourense tiene una ratio de centros por mil habitantes de 0,80 y Santiago de Compostela de 0,68.

Entidades y oferta total

En lo que se refiere a entidades prestadoras de servicios sociales, Pontevedra, con 63 entidades, muestra una relación de 0,76 por mil habitantes, al igual que la urbe olívica, cuando Ferrol llega a 0,90, Ourense a 1,51, Lugo a 1,10, Santiago de Compostela a 1,61, y A Coruña alcanza una ratio de 0,87.

Pero es en el número total de plazas donde Pontevedra y Ferrol muestran los peores datos de las ciudades gallegas. En el municipio coruñés había en 2017 un total de 2.616 espacios públicos, cuatrocientos más que a orillas del Lérez, que apenas llega a 2.200. En Lugo se rozan las 3.000 plazas, barrera que se supera en las otras cuatro ciudades.

En este apartado, Pontevedra está a la cola en centros de atención a la discapacidad (200 plazas públicas) y para mayores (427), máxime desde que en 2012 cerró el Asilo. Está en proyecto un geriátrico privado en Loureiro Crespo y la Xunta anunció hace unos años otro, público, en parte del Hospital Provincial, pero debe aguardar a que se acometa su traslado al futuro Montecelo.

En cuanto a plazas de inclusión social, el Observatorio urbano habla de 146 espacios en Pontevedra, la segunda oferta más baja tras Orense, mientras que en atención a la infancia se llega a 1.172, solo por delante de Lugo y Ferrol. El único apartado en el que la capital del Lérez está a la cabeza de las urbes gallegas es la de plazas en centros específicos de menores, con 269, por delante de las 260 de Vigo, quizás debido a la presencia en la ciudad del centro Avelino Montero y la ciudad infantil Príncipe Felipe.