Los dos agentes de la Policía Local implicados en unas diligencias ante la Fiscalía y el Juzgado por manipular supuestamente dos semáforos de O Burgo para generar atascos en la ciudad el pasado 31 de diciembre continúan en activo y el Concello no ha adoptado ninguna medida cautelar o disciplinaria contra ellos.

Así lo admitió ayer el concejal de Personal, Vicente García Legísima, que puntualiza que cualquier decisión al respecto debe aguardar a los pasos que se puedan dar desde las instancias judiciales. Ambos agentes han sido denunciados por su intendente jefe, Daniel Macenlle, por alterar presuntamente esos dos semáforos durante una movilización de agentes por el conflicto salarial de la plantilla y que enturbia desde hace meses el clima interno de la Policía Local.

Coches que dieron la vuelta

Aquella manifestación se celebró en la tarde del 31 de diciembre, mientras se desarrollaba la carrera de San Silvestre en pleno centro urbano. Según Legísima, con esta alteración, los semáforos más próximos a la gasolinera de O Burgo permanecieron varios minutos en rojo, "lo que provocó que algunos coches se saltaran el semáforo, otros dieran la vuelta y los peatones cruzaran la calle", si bien no se produjo ningún incidente.

Legísima explicó que se trata de un "asunto sensible y hay que esperar acontecimientos", además de mostrar su malestar por salir a la luz este tipo de casos, algo que atribuyó al PP porque "en una comisión municipal de hace unos días, su portavoz, Rafael Domínguez, hizo una pregunta sobre este tema".

En todo caso, el concejal de Personal considera que Daniel Macenlle "actuó como debía ante unos hechos que pueden resultar delictivos, como se actúa con cualquier ciudadano que comete presuntamente un delito". Además, quiso aclarar que "no debemos personalizarlo en el jefe (aunque él fue el instructor y casi único participante en las diligencias) sino que es una actuación de la Policía Local".

Conflicto salarial

"Ahora habrá que aguardar que se decide en la Fiscalía y el juzgado", insiste el edil, que afirma que el gobierno local no dispone de esas diligencias". Pese a ello, sí explicó que la caja de semáforos que regula las señales luminosas de la cabecera Norte del puente do Burgo "fue alterada manualmente, abierta y los semáforos se pusieron en rojo". Otras fuentes municipales añaden que son muy pocos los que poseen las llaves de esas cajas y que los semáforos se regulan generalmente desde la sala de pantallas de control de tráfico.

Legísima evitó dar más datos sobre el caso, pero sí lamentó que exista, de ser el caso, alguna relación entre este episodio y el conflicto salarial de los agentes. A su juicio, los policías locales, "como cualquier otro funcionario, se debe al ciudadano y no se deben trasladar a los ciudadanos los conflictos laborales".