La estatua del loro Ravachol regresó a la plaza de la Peregrina dos meses después de ser derribado en un acto vandálico y menos de veinte días antes del arranque oficial del entroido en la ciudad. Tal y como adelantó FARO el pasado día 8, la imagen del emblema del Carnaval pontevedrés ya está de nuevo en casa.

Un operario soldador y Eva Penado, hija del autor, José Luis Penado, se encargaron durante toda la mañana de ayer de las tareas de reinstalación de la escultura, emplazada en la plaza de la Peregrina desde febrero de 2006.

El hecho de que la estatua fuera recuperada prácticamente intacta, salvo los daños en su base, facilitaron estas tareas de reparación y recolocación.

El derribo de la imagen ocurrió en la madrugada del domingo 9 de diciembre. Fue arrancada de cuajo, por la base y se localizó después a escasos cincuenta metros, depositada en el suelo al lado del santuario de la Peregrina.

El Concello custodiaba desde entonces la pieza y se marcó el objetivo de recolocarla antes del inicio del Carnaval, un plazo factible ya que la escultura original pudo recuperarse y solo fueron necesarios unos arreglos en la base.

De lo que no hay noticias por el momento es de los autores. Fue a las ocho de la mañana del 9 de diciembre cuando agentes de la Policía Local que patrullaban por la zona se percataron de que la estatua había desaparecido en su totalidad, tanto el pie que sustenta al loro como la propia reproducción de Ravachol. Estaba rota por su base y solo quedaba en su sitio la peana anclada al suelo.

Tras una inspección visual del entorno, los policías localizaban minutos después la pieza depositada en el suelo junto al templo de la Peregrina. Estaba completa y sin más daños que los del propio derribo.

Las investigaciones para localizar a los autores se centraron en la búsqueda de testigos y en las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona. Estas pesquisas permitieron determinar que cuatro jóvenes fueron vistos junto a la estatua y al menos uno de ellos se llegó a colgar de la pieza, lo que provocó la rotura.

Estos datos fueron corroborados por las cámaras de vídeo que captaron las escenas, e incluso se ve la cara de los jóvenes, pero todo apunta a que no son residentes en Pontevedra y no ha sido posible su identificación fehaciente, por lo que a día de hoy continúan sin ser localizados.

Desde 2006

La estatua dedicada a Ravachol se encargó al escultor José Luis Penado, que la elaboró en hierro y aunque su primera maqueta se presentó en 2004, no se instaló e inauguró hasta febrero de 2006, en pleno carnaval de aquel año. Se eligió la plaza de la Peregrina porque allí estaba la botica de Perfecto Feijóo en la que se hizo famoso el loro. En la base anclada en el suelo una inscripción hace referencia a su muerte en 1913, que dio lugar a un desfile fúnebre-festivo que se rememora en la ciudad cada jornada final del entroido.