Los comedores escolares generan un volumen de negocio de 800.000 euros anuales y son gestionados directamente por la Federación de Padres de Alumnos (Fanpa), que en los próximos meses se enfrenta a dos decisiones importantes: la renovación del convenio con el Concello para mantener este servicio y el fin del contrato firmado con la empresa Arume para la prestación del servicio en los colegios públicos del centro. La Federación gestiona 18 centros con 2.100 comensales.

Este curso el precio medio del menú escolar está en 4,5 euros, una cantidad que podría variar de cara al próximo curso escolar en caso de no haber acuerdo entre Concello y Fanpa.

Rogelio Carballo, presidente de la Fanpa, está pendiente de ser convocado por el Concello para abordar el contenido del convenio para el próximo curso. Y es que hasta el momento la administración local aporta 150.000 euros anuales para el mantenimiento de los comedores escolares, cantidad en la que se incluye la aportación de Servicios Sociales. "Es totalmente insuficiente", concluye Rogelio Carballo, que recuerda que el convenio fue firmado en el año 2007, cuando no había más que una decena de comedores escolares.

La demanda de este servicio ha registrado un crecimiento exponencial, duplicando en los últimos 10 años el número de comensales que acuden diariamente a los comedores escolares.

Pero el cambio en la gestión de este servicio no se reduce solo al incremento de los usuarios. Asociaciones como la Fanpa tienen ahora nuevas obligaciones fiscales y de gestión que les obligan a la tramitación de una serie de documentación que requiere la contratación de este servicio, derivada de la prestación de los comedores.

"En las condiciones actuales resulta insostenible. Llegamos a una momento en que la gestión de los comedores colapsa el funcionamento de la Fanpa y nosotros tenemos que dar respuesta a muchas otras necesidades del alumnado y sus familias".

"Hubo un crecimiento de un 20% del alumnado, pero la aportación municipal se mantiene en idénticas cantidades desde 2007", insiste Rogelio Carballo, que recuerda que los comedores de algunos colegios están ya saturados. En el CEIP Villaverde, en Mourente, tienen dos turnos para comer y en el Álvarez Limeses están pendientes de aplicar también este baremo. para atender toda la demanda de usuarios.

"La administración tiene que saber qué quiere hacer con respecto a este tema, pero para nosotros es insostenible continuar así. En caso de no alcanzar acuerdo con el Concello tendremos que variar el precio del menú para el próximo curso", explica Rogelio Carballo.

La Fanpa tiene por delante otra decisión compleja y es la contratación de la empresa que se encargará del servicio, toda vez que el contrato con Arume, la actual concesionaria, expira con el presente curso escolar.

Las diferentes asociaciones de padres trasladarán a la Fanpa las cuestiones que consideran que se pueden mejorar en el servicio y que centrarán la negociación con la empresa. Sobre la mesa está la firma de una nueva prórroga por un año o la convocatoria de un nuevo concurso que permitiría a otras empresas del sector optar a un contrato que genera un importante volumen de negocio.