En la escuela infantil Abrente los niños de dos años aprenden, a través de un juego simbólico los oficios y las tiendas que puede haber en el pueblo como frutería, panadería, carnicería, tiendas de ropa o móviles. Así aprenden a comprar y vender haciendo de vendedores y de clientes. En ninguna tienda de este juego faltaba de nada, hasta había caja registradora con billetes de euro.