El incendio originado a las 13.20 horas de ayer en la parrilla del asador La Tasca, en Campolongo, dejó temporalmente sin vivienda a seis familias, obligadas a un realojo provisional. Son los residentes en cinco pisos de un mismo edificio, el número 3 de la calle Alfonso X. Todos ellos están situados en la fachada trasera del inmueble y en las dos últimas plantas, la zona más expuesta al incendio que comenzó en el bajo y se extendió por el exterior hasta la sexta planta.

Viviendas de familiares y amigos se convertirán en las residencias provisionales para todas las familias afectadas, que han resuelto la situación con sus propios medios. Todas menos una, a la que el Concello buscó un alojamiento alternativo de forma provisional mientras no se reparan los desperfectos derivados del fuego en los pisos, que han quedado "inhabitables" por el momento por los efectos de las altas temperaturas, el intenso humo y las llamas.

Todos los inquilinos de este inmueble, el más afectado por el fuego, así como los de los números 39 y 41 de la calle María Victoria Moreno, eran desalojados alrededor de las 13.30 horas, en cuanto los bomberos de Pontevedra llegaron al lugar del siniestro. Pasadas las 16.00 horas, y tras las correspondientes tareas de inspección de los inmuebles y de su ventilación, los bomberos permitieron el regreso de todos los vecinos a sus viviendas, a excepción de los residentes en los seis pisos del bloque D, muy afectado por el fuego.

Gran columna de humo

Y es que las altas temperaturas provocaron el estallido de los cristales y que las persianas de buena parte de las viviendas resultaran calcinadas. El humo, una gran columna negra que a mediodía de ayer era visible desde varios puntos de la ciudad, impregnó también las dos plantas superiores del edificio en cuyo bajo se originó el fuego, por lo que los bomberos estimaron que las viviendas no reúnen las condiciones mínimas de habitabilidad. Salvo para recoger enseres personales, las familias afectadas no podrán regresar de momento a las viviendas.

El fuego se originó en la parrilla de La Tasca, subió por la chimenea y provocó llamas que alarmaron a los residentes en toda la manzana, ya que superaban la altura de los edificios colindantes.

Parece que la grasa acumulada en el tubo de extracción de la parrilla pudo facilitar la propagación y alimentación de las llamas, que prendieron en las planchas de uralita de las fachadas traseras de los edificios, alcanzando la cubierta y devorando el material de aislamiento situado en las cubiertas de los edificios. Sus trozos teñían de oscuro el asfalto de la calle.

Con la llegada de los bomberos y la Policía Local a la calle Alfonso X comenzó el desalojo de los edificios. En María Victoria Moreno por precaución, pero en las viviendas situadas sobre La Tasca porque el peligro era real. "Cuando los bomberos llamaron a nuestra puerta y dijeron que teníamos que salir, la persiana del salón ya estaba en llamas. Teníamos miedo y no sabíamos que hacer", relataba una joven argentina que se encontraba en compañía de su familia.

Los residentes en las viviendas afectadas, el bloque D del edificio, vivían con angustia el desarrollo del operativo ya que abandonaron sus casas sin poder rescatar nada de valor y temían que el fuego pudiese ocasionarles daños económicos aún mayores que las propias reparaciones en las viviendas.

El desalojo se realizó sin apenas incidentes, más allá de que los bomberos tuvieron que sacar en brazos a una persona con movilidad reducida, incapaz de avanzar con la agilidad que requería la situación.

También fueron desalojados los clientes del bar Robert's, ubicado desde hace varios meses en una bajo en esta misma calle. Por si las llamas pudiesen afectar, los bomberos evacuaron esta cafetería y a todo su personal, que siguió con atención todas las tareas de extinción y enfriamiento del entorno, aunque reconocían que en el interior de este local comercial apenas notaron lo que estaba ocurriendo hasta que fueron alertados por clientes que venían del exterior.

Mantas para el frío

El desalojo de los edificios afectados se hizo con celeridad y sin que se produjese ningún herido. En el lugar se encontraba una ambulancia del 061 por si fuese necesaria la intervención de los sanitarios que afortunadamente se limitó a entregar mantas a aquellas personas que se vieron obligadas a abandonar sus viviendas de forma apresurada y sin tiempo para recoger ropa de abrigo. Una de las personas que solicitó una de las mantas entregadas estaba duchándose en el momento en el que los bomberos la hicieron salir de la vivienda. Apenas tuvo tiempo de vestirse con algo ligero y abandonar la vivienda.

Muchas otras se encontraban disfrutando de una relajada mañana de domingo en pijama, y no dispusieron de tiempo para cambiarse de ropa. Las bajas temperaturas del exterior llevaron a algunas personas afectadas por el desalojo a solicitar al 061 el cobijo de una manta. La preocupación se adivinaba en el rostro de muchas de las personas residentes en el edificio más afectado.