La decisión de Ence de impedir el acceso a sus instalaciones de Lourizán del camionero que el pasado octubre amenazó y agredió a dos ciclistas con un martillo ha provocado un conflicto con la asociación de transportistas UITA, quien a raíz de esta decisión amenaza con parar el suministro de madera a las fábricas de Ence en Navia y Pontevedra.

Señalan desde UITA que "la difusión de los vídeos del suceso generaron un ruido que se saldó con la decisión de Ence, a cuya sede se dirigía el transportista, de castigar al afectado" con la decisión de "impedir al profesional no solo la entrada a sus instalaciones sino también impidiéndole realizar contratos de transporte con su proveedor de servicios, con el perjuicio económico consiguiente".

UITA ve la medida "excesiva" y pide una explicación a Ence por los "de este hecho sumamente deplorable y fuera de todo contexto razonable". Dicen los transportistas que el altercado "se produjo en la vía pública y provocado precisamente por los que ahora dicen ser víctimas".

Ence respondió ayer que la agresión a los ciclistas que se produjo "no se puede justificar de ningún modo y constituye un comportamiento que la compañía rechaza firmemente". Por otro lado, recuerdan que "se trata de una persona reincidente, que ya agredió a un empleado de Ence en 2015 y estuvo por ello sancionado un mes". "La compañía no se puede permitir el riesgo de que otro hecho similar relacionado con la actividad de la empresa vuelva a suceder", añaden. Matiza también que Ence no contrató directamente los servicios de este transportista y la compañía no impide que trabaje para otras empresas, siendo el único condicinante que no acceda a las instalaciones de Ence. Para la empresa, la plataforma de transportistas defiende "con su planteamiento actitudes que van contra los valores cívicos" y niega problemas de seguridad en las zonas de descarga de sus fábricas como denuncia UITA.