La Fiscalía de Pontevedra mantuvo ayer su petición de condena de dos años y 9 meses de prisión para Lucas R.P., un policía nacional de la ciudad del Lérez ahora ya jubilado a quien acusa de tráfico de drogas y de avisar a los clubes de alterne de la zona de las redadas que realizaban sus compañeros de la Brigada de Extranjería.

La Fiscalía aplica al acusado en su petición la atenuante de dilaciones indebidas, pues el caso llega a juicio nada más ni nada menos que más de once años después de que se produjesen los hechos, entre los años 2006 y 2007.

Y es que la vista que se celebró ayer en la Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra daba continuidad a las que ya se celebraron en el mes de junio y en octubre y en las que otros trece acusados reconocieron los hechos delictivos que les imputaba el fiscal, no haciéndolo así Lucas R.P., de tal forma que ha sido juzgado ahora en solitario. Ayer, Lucas R.P. Se acogió a su derecho a no declarar ante el tribunal.

Sí tuvieron que responder a las preguntas de la fiscal y la defensa los agentes de la Guardia Civil que participaron en la investigación que permitió detener a Lucas R.P., cuando este se disponía a participar, supuestamente, en el intercambio de 10 kilos de hachís procedentes de Málaga en la gasolinera de Placeres, en Pontevedra.Los agentes explicaron como era Lucas R.P., quien realizó el "encargo" de la droga para otra persona, probablemente, según la fiscal, para realizar un trueque del hachís por otra sustancia estupefaciente.

Los guardias civiles explican que conocieron las intenciones de los investigados gracias a las escuchas telefónicas, en donde este policía nacional evita referirse a la droga como tal, sino que habla de vino. Finalmente, realizaron un seguimiento a los investigados, hasta la cita en la gasolinera de Placeres en donde se reunió con otro de los ya condenados por estos hechos,Benito L. P., entrando ambos en un reservado en la gasolinera. Cuando entraron a detenerlos, los agentes explican que se encontraron un paquete de 175 gramos de hachís en el bolsillo de Benito y otros paquetes de en torno a un kilo cada uno en su coche.No había ni rastro de vino ni de otros efectos que pudieran justificar que en las conversaciones telefónicas no se estaban refiriendo a otra cosa, sino a la droga.

Avisaba de las redadas

Señala la fiscal del caso, que las escuchas telefónicas también desvelan la actividad de trapicheo o suministración de pequeñas cantidades de droga a las mujeres que trabajaban en los clubes de alterne que frecuentaba el acusado y con cuyos responsables tenía una relación fluida, como indicó también alguno de los agentes. Estas escuchas también revelan, según la Fiscalía, la segunda actividad delictiva que se le atribuye a este agente ya retirado pero que entonces estaba en activo, destinado en la oficina de denuncias de Pontevedra. En los pinchazos queda claro, según el Ministerio Público, que Lucas R.P. Avisaba delas redadas que realizaban en la zona sus compañeros de la Brigada de Extranjería. Señala la fiscal que el acusado avisaba a los clubes y que lo hacía en tiempo real señalando que los agentes de la Comsaría "están ya saliendo" o diciéndoles "sacad a las chicas" o que "están ya en el club anterior" cuando se desplegaban estas redadas policiales, por lo que se le acusa de revelación de secretos.

La defensa insistió en la libre absolución del acusado y reiteró también su petición de nulidad de las actuaciones al dudar de la legalidad de las escuchas telefónicas, entre otras cuestiones. El juicio quedó visto para sentencia.