Serán meses combativos para los vecinos de Mollabao, en los que se empeñarán en lanzar un mensaje claro al equipo de Gobierno que dirige Fernández Lores: Mollabao está descontento.

A mayores del calendario reivindicativo, que irá en función de las inauguraciones previstas por el gobierno local, Mollabao Sí prevé organizar un referendum simbólico en el que los vecinos puedan proclamar una hipotética independencia. Sin censo electoral ni decisión vinculante, los vecinos dispondrán de una urna en la que ir depositando su voto en medio de una actividad lúdica pero con caracter de protesta. "Es necesario que hagamos barrio, que los vecinos de aquí empiecen a creerse que también tienen derechos y una jornada lúdica puede ser una forma de empezar".

El conformismo vecinal contrasta con el cansancio que arrastra los residentes en una zona que ha registrado en los últimos años un importante crecimiento urbanístico, con el consiguiente incremento de población, integrada sobre todo por familias jóvenes.

La carencia de servicios contrata con la actividad que se desarrolla en un barrio al que cada día se acercan miles de personas para ser atendidas en el centro de especialidades del Sergas, la Casa do Mar, que genera también un problema añadido de estacionamiento.

El aparcamiento disuasorio situado donde se instalan los circos, se encuentra en pésimas condiciones, albergando además un vertido incontrolado en el que los restos de escombro se mezclan con uralitas antiguas, que los vecinos sospechan que incluso puedan contener amianto.