Tras el concierto ese grupo de maestros del Centro de Recursos de la ONCE en Pontevedra se quedaba para departir y compartir emociones con el cantante navarro tras el espectacular concierto en homenaje a Nino Bravo que ofreció con la Banda Unión Musical de Meaño en un abarrotado Auditorio de Vilagarcía.

El actual director del centro de recursos de la ONCE, José Ángel Abraldes -también invidente que había compartido colegio con Zubiri- explica a FARO DE VIGO el papel de su centro hoy en Campolongo: "La educación de los niños ciegos -afirma- se realiza ahora en los colegios ordinarios, porque el sistema educativo lo hace desde hace unos años con el objetivo de la integración".

"Ahora -añade- aquel colegio de la ONCE en Campolongo se transformó en Centro de Recursos, desde donde nos dedicamos a apoyar con material y profesorado a los colegios ordinarios que tengan en sus aulas a niños invidentes".

José Ángel Abraldes, a la par que departía con Zubiri, reconoce la importancia del papel de la música para el mundo de los ciegos: "La música ha sido y sigue siendo un pilar educativo en la formación de los niños invidentes, porque nosotros centramos mucho nuestra atención en el oído, y es algo que entrenamos desde pequeñitos".

"Por esta razón nosotros trabajamos mucho con ellos los coros, los grupos de gaita y un abanico grande de instrumentación. Y es que la música permite que el niño ciego se expanda, sienta y transmita mejor sus emociones, e incluso se realice. De ahí que hayan emergido algunos cantantes ciegos como Stevie Wonder, José Feliciano o aquí, Serafín Zubiri que es para nosotros una auténtica referencia en España", agregó.

Público entregado

Sobre el escenario el navarro había cautivado al auditorio con su potente torrente de voz -que la gran mayoría desconocía- cantando las canciones del repertorio en la misma y exigente tesitura de propio Nino Bravo.

Su interpretación de "Cartas amarillas", con solo él al piano, despertó la primera gran ovación del público, cautivándolo ya de pleno en adelante a medida que se entregaba a los coros y aplausos cada vez más largos y sentidos. Mientras tanto, sobre el escenario, Zubiri se había movido tomando al tacto las referencias de su piano, el centro del escenario con una marca táctil al pie y el atril del director de la banda meañesa Diego Javier Lorente.

Serafín Zubiri desvelaba durante el concierto como leyó, de mano de su hermano mayor, también ciego, la primera letra de una canción con el método Braille y que fue una de las de Nino Bravo que interpretaba en el concierto.

Y es que cuatro de sus seis hermanos de la familia son ciegos. El cantante navarro reconocía en sus bises que "este de Vilagarcía ha sido el mejor de los más de 70 conciertos que he hecho con 'Recordando a Nino Bravo', y yo firmaría en adelante tener siempre en mis conciertos a esta enorme banda de música, que ha sonado fantástica, y a este público".

"Siento -agregaba Zubiri- que con los directos con las bandas de música he encontrado mi verdadero lugar. Deseo que, aunque falta mucho, el poder llegar ya con estos proyectos para bandas hasta mi jubilación, y después de este en Vilagarcía, siendo que lo que de verdad me ilusiona es poder volver cuanto antes a Galicia con mis conciertos".

El Auditorio de Vilagarcía se llenó para escuchar a un Zubiri que dio todo de sí a la hora de interpretar a uno de los clásicos más importantes de la música nacional.