La brutalidad de las imágenes que se han encontrado los investigadores en esta operación es realmente impensable en muchos casos. Sin embargo, son la cruda realidad. La Guardia Civil se encontró con intercambio de archivos realmente duros de niños cuyas edades oscilaban entre solo un año y los 15 años de edad, en situaciones explícitamente pornográficas, manteniendo relaciones sexuales entre ellos, con adultos e incluso con animales, según relata la Guardia Civil de Pontevedra.

El trabajo que les queda por delante a los investigadores de la Guardia Civil es arduo, dado que todavía deben analizar la gran cantidad de material informático. Mientras que el delito de tenencia y distribución de material pornográfico infantil, es necesario estudiar si los investigados también estuvieron implicados en la producción de este material pedófilo. Para ello, se tratará de conocer las identidades de las víctimas y averiguar, en su caso, las posibles conexiones con otros usuarios por si hubiera también algún delito de abuso o explotación sexual infantil.

Los detenidos en Pontevedra serán puestos a disposición del juzgado de instrucción número 3 de Cangas, junto con el atestado y las diligencias instruidas, dado que es el que entiende del caso.

La operación, desarrollada por la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Comandancia de Pontevedra, sigue todavía abierta.