La Guardia Civil interceptó en la playa de Chancelas a un mariscador furtivo que se encontraba faenando a bordo de una tabla de surf. Los hechos sucedieron la tarde de del pasado miércoles cuando un vigilante de la Cofradía de Pescadores San Gregorio de Raxó, en Poio, informó del avistamiento de un supuesto furtivo cuando se dirigía hacia la playa de la Ouriceira, en la parroquia de Combarro.

La respuesta de la patrulla de seguridad ciudadana del Puesto de Pontevedra fue inmediata y en colaboración con los vigilantes de la Cofradía de San Telmo (Pontevedra) pudieron interceptar e identificar al furtivo en la playa de Chancelas.

Al llegar a la playa se le intervino la tabla de surf, que llevaba acoplada una silla, además de una bolsa de malla que contenía 5,7 kilos de almejas y berberechos. La mitad de los moluscos no alcanzaba la talla mínima exigida para su captura.

Se trata de un vecino de Poio, de 51 años, que fue denunciado por tres infracciones a la vigente Ley de Pesca de Galicia: una por el ejercicio de la actividad extractiva careciendo de licencia, otra por no respetar las tallas mínimas permitidas y la tercera por pescar fuera de los horarios establecidos. Se le decomisó la tabla de surf, que fue depositada en las instalaciones de la Cofradía de San Telmo y el marisco fue devuelto al agua por encontrase vivo.

Se trata del segundo mariscador furtivo en el último mes que la Guardia Civil intercepta en la ría. En esa ocasión un vecino de Poio fue capturado con 100 kilos de almeja. Desde la Cofradía de San Telmo ya alertaron del aumento del furtivismo en los últimos meses.