"Operación Clavao". Así ha bautizado la Guardia Civil a la macro redada que ha supuesto uno de los golpes más duros al tráfico de drogas en el poblado chabolista de O Vao, conocido como uno de los "supermercados de la droga" en la provincia.

Ayer, la subdelegada del Gobierno, Maica Larriba, acudió a la Comandancia para trasladar a todo el equipo de Instituto Armado las felicitaciones propias y del Delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, por el éxito del operativo: 26 personas detenidas, 20.000 euros incautados, numeroso material robado recuperado, 13 vehículos incautados y 2.500 dosis de heroína y cocaína retiradas del mercado.

El hombre al frente de la Comandancia de Pontevedra, el coronel Jorge González Veiga, explicaba ayer como se gestó una investigación que se prolongó a lo largo de un año en el que los investigadores comprobaron como los clanes del poblado trabajaban como una auténtica sociedad para repartirse el jugoso negocio de la droga. Así, explicó, a modo de anécdota, como los cuatro clanes desarticulados se repartían la venta de estupefaciente por turnos en las distintas chabolas del poblado. Cada semana le tocaba a uno, mientras los otros permanecían inactivos, repartiéndose así beneficios y clientes.

González Veiga explicó que la operación se gestó en octubre pasado, ante el incesante trasiego de compradores de droga hacia O Vao. Un "rosario de ida y venidas de personas", como indicó el propio coronel, que quisieron investigar "a fondo" . Así, durante un año los agentes se pusieron a reunir pruebas para poder atrapar a los integrantes de todos estos clanes. El coronel desveló, por ejemplo, que durante toda la investigación se levantaron más de 250 actas de infracciones administrativas por tenencia de drogas a compradores que habían adquirido la sustancia en O Vao, lo que indica el elevado volumen de ventas que tenían los clanes del poblado. "Son los principales distribuidores de heroína y cocaína de toda la comarca", indicó el coronel.

Un año de vigilancias

No obstante, investigar la actividad delictiva en el poblado es muy complicado para la Guardia Civil: "no es fácil para nosotros penetrar en unas zonas tan difíciles y tan marginales en la que la presencia de nuestros hombres tanto uniformados como de paisano se fácilmente detectable", explicó González Veiga. Es por ello que tuvieron que utilizar "muchos medios técnicos" para suplir este handicap y lograr, como asegura que hicieron, reunir todas las pruebas necesarias contra los detenidos y presentarlas ante la autoridad judicial, que así ordenó los múltiples registros (hasta 14 viviendas y galpones en todo el poblado) que se realizaron en la jornada del miércoles.

Al coronel tampoco le dolieron prendas, en una expresión que el mismo utilizó, al reconocer que es muy probable que "la decisión judicial que se adopte con los detenidos posiblemente no será la que más nos gustaría y es muy posible que no todos ingresen (en prisión) y que los que regresen al poblado vuelvan a su actividad, que es la venta de droga". En cualquier caso, advirtió que "nosotros volveremos a estar muy pendientes de eso desde hoy mismo".