El líder de la Orden y Mandato San Miguel Arcángel, conocida como los Miguelianos, Miguel Rosendo, se ha declarado hoy inocente y ha negado que abusara sexualmente de varios seguidores, en la segunda jornada de la vista oral del juicio que acoge la Audiencia de Pontevedra.

"Es todo falso", ha proclamado Rosendo, quien también ha asegurado: "nunca levanté la mano ni obligué a nadie" a hacer nada dentro de la asociación pública de fieles, reconocida por la Diócesis de Tui Vigo durante varios años antes de disolverla."Nunca he tirado del pelo, tocado el culo, dado un puñetazo a nadie", ha proclamado.

"Mi error es que pequé de demasiada obediencia. Lo hice todo por amor", ha afirmado el líder de los Miguelianos, quien solo ha respondido a las preguntas de su abogado por "la indefensión" y el "maltrato" que ha sufrido durante cuatro años, al igual que el resto de encausados.

En este punto, ha denunciado haber sido objeto, durante su estancia en prisión provisional, de "palizas" de otros reclusos y que le llegaron a romper la dentadura postiza, y se ha quejado de la imagen de "monstruo, peor que un asesino", que la prensa ha trasladado sobre su persona a la opinión pública.

Rosendo, para quien el fiscal pide 66 años de cárcel, por tres delitos contra la libertad sexual, uno de agresión sexual continuado y dos de abuso sexual continuado; cinco de coacciones, doce contra la integridad moral y uno de asociación ilícita, ha tratado de desmontar todos y cada uno de los hechos que le imputan.

Ha negado que practicara exorcismos ni cualquier ritual de curanderismo y que se presentara ante sus acólitos como el arcángel San Miguel o como un enviado de Dios. Ha asegurado que fue la Iglesia católica, a través del obispo emérito de Tui Vigo José Diéguez, la que impuso a sus seguidores que lo llamaran "padre" o que nombrara a las denominadas "bastones" que se encargarían de registrar y dar fe de su vida diaria.

Ha relatado que las "limpiezas espirituales" que hacía en la herboristería que regentaba consistían en "técnicas naturales de purificación" en las que utilizaba incienso, velas, baños y oraciones, y que su rechazo al curanderismo le acarreó "muchos problemas".

Rosendo ha desmentido que recibiera en mano dinero alguno de sus fieles o de donantes externos; ha remitido toda la gestión patrimonial de la orden a las personas que ejercían como tesoreros, y ha rebatido la tesis de que tuviera plenos poderes dentro de la orden.

Ha acusado a Quinteiro y al visitador canónico Isaac de Vega, a quien ha atacado con dureza, de prepararle "una encerrona" cuando lo llamaron a capítulo meses antes de expulsarlo de la Iglesia, y ha afirmado que nunca le comunicaron que lo estaban investigando por supuestos abusos dentro de la orden.

Ha indicado que dos años antes le había comunicado al prelado su intención de trasladarse a Madrid porque sufría "persecuciones" y ya "no aguantaba más", y que si finalmente se instaló en la capital fue para "no influir en nadie", "no para escapar, como se ha dicho".

También ha desmentido que oficiara misas, si bien ha matizado que tenía permiso del Obispado para ejercer de diácono permanente, así como que concertara bodas entre sus seguidores o los aislara de todo contacto con el mundo exterior.

Pese a anunciar que solo respondería a las preguntas de su abogado, el fiscal y la abogada de la acusación particular han leído la batería de cuestiones, más de 800, que tenían preparadas para su interrogatorio.

Exculpan a la mujer e hijos de Miguel Rosendo

El tribunal exculpa a la mujer y a los dos hijos de Miguel Rosendo de la acusación de blanqueo de capitales que les imputaba la acusación particular. Previamente el fiscal también retiró esta acusación. sí se ha determinado esta mañana en la segunda sesión del juicio que se celebra en la Audiencia de Pontevedra por el caso de los Miguelianos.

Las defensas de los diez imputados por pertenencia a esta supuesta asociación ilegal solicitaron, en el inicio del juicio, la suspensión del proceso. Aducían, entre otras razones, que no tuvieron acceso a pruebas importantes como el contenido de equipos informáticos de la congregación religiosa, que habrían demostrado la legalidad de las actividades que se desarrollaban en esta agrupación. La suspensión no fue admitida.

Miguel Rosendo expone hoy ante el tribunal que solo responderá a las preguntas de su abogado. Declara que se siente maltratado por estos casi cuatro años de prisión preventiva y que es "inocente igual que mi mujer y mis hijos".

su abogado, Marcos García Montes, anunció que presentará una demanda contra el fiscal y contra la acusación particular por la denuncia contra las personas hoy exculpadas.