Son ya cinco años desde que el Gobierno central, entonces en manos del PP, decidiese hacer caja con algunos de sus inmuebles en desuso colgándoles el cartel de "se vende". En aquel plan de ventas de 2013 se incluyó la antigua delegación provincial del Ministerio de Hacienda en Pontevedra, un edificio histórico que ocupa un lugar privilegiado en la plaza de Ourense y que forma parte destacada de todo el conjunto histórico que conforma la plaza de A Ferrería, un lugar emblemático y clave para Pontevedra.

Pues bien, cinco años después, desde el Ministerio de Hacienda confirmaron estos días que desisten de vender el inmueble, al menos por el momento. La Dirección General de Patrimonio confirma el interés por la venta que surgió hace cinco años y también su posible destino en aquella época. Entonces se consideró que "podría ser apto para desarrollar una actividad (por ejemplo, la hostelera) que, al tiempo que contribuyese a la dinamización económica de la ciudad, coadyuvando a la creación de empleo, garantizase la conservación y potenciación de los valores histórico-artísticos del inmueble", indican fuentes del Ministerio.

Al respecto, el entonces presidente local del PP, Telmo Martín, llegó a sugerir la posibilidad de convertir el inmueble en un Parador de Turismo, si bien su propuesta no tuvo eco y tanto el Concello como la Diputación apostaban por un uso público. De hecho, hubo contactos y se barajó un hipotético museo o una biblioteca, pero sin éxito.

Una tasación de 5,3 millones

De hecho, a lo largo de los últimos años los actuales gestores han comprobado como la calificación urbanística del edificio, asignándole un uso dotacional público, ha impedido ofrecerlo en el mercado. Preguntadas estas mismas fuentes sobre si el edificio seguiría a la venta, aclaran que mientras se mantenga la actual calificación urbanística resulta imposible ofertar este inmueble, tasado en su día por Patrimonio en 5,3 millones de euros, por lo que no tiene sentido mantener el cartel de "se vende".

Esta situación solo podría cambiar si se produjese un cambio en su calificación urbanística, una cuestión bastante complicada, no solo por la oposición manifestada hasta la saciedad por el Concello de Pontevedra, que quiere que se mantenga el carácter público del inmueble; sino por las propias complicaciones legales que arroja la operación, que debería contar con algún tipo de compensación para la administración pública.

Posible futuro del inmueble

Así, aunque el Ministerio no desvela cuáles son los planes de futuro que tiene para este histórico inmueble, parece abocado a mantener este uso dotacional y, por lo tanto, un carácter público. Aunque hay iniciativas de carácter dotacional privadas, no parece plausible que estén dispuestas a asumir el coste elevado de la adquisición del inmueble y su reforma. Por lo tanto, Es aquí donde entran en juego las administraciones locales como el Concello y la Diputación que en los últimos años han contactado en varias ocasiones con el Ministerio para sondear la posibilidad de una posible cesión. No faltan tampoco propuestas para un posible uso público, y en su día ya se habló de un edificio dedicado a la investigación que unifique todos los archivos que existen en la ciudad; por ejemplo.

Sea cual fuere el futuro de este inmueble, su nuevo dueño tendría que asumir, en todo caso, una rehabilitación que se antoja millonaria. Hay ya algún estudio hecho sobre los costes que tendría la rehabilitación integral del inmueble y distintas fuentes indican que las actuaciones para adecuar el edificio a cualquier uso (ya fuera público o privado) supondría una inversión que no bajaría de los cinco millones de euros.